Llegó el tan mentado jueves de sesión en el Concejo Deliberante de Chimbas, día clave porque se resolvía la suerte del Presupuesto, una herramienta clave de cualquier comuna para gobernar el año entrante. El Plan A del intendente Gramajo era que salga por consenso pero fracasó, y se inclinó por el Plan B que fue apelar a una maniobra política pero legal: vencidos los plazos, decidió que salga aprobado por decreto tal cual lo mandó el Ejecutivo municipal.

 

La jugada del jefe comunal está contemplada en la Carta Orgánica Municipal, aunque en la oposición vieron con malos ojos la utilización de esta herramienta. 

 

El gramajismo llevó al recinto legislativo el texto del Presupuesto el 23 de noviembre pasado, es decir con suficiente tiempo. También, en el texto, que lleva la firma del Intendente, dejó claro que hubo intenciones siempre de que salga aprobado del Concejo -ampliando el periodo para sesionar, por ejemplo- pero que así y todo fracasó este camino. Sobre estos cimientos se apoya el oficialismo para darle vía libre al decreto.

 

La puja por la norma que rige los destinos anuales de una comuna comenzó el jueves 13, cuando el Concejo Deliberante se dispuso a llevar a delante el tratamiento del Presupuesto 2019, pero al conocer que no contaría con los números suficientes para su aprobación, requiere siete de los diez votos de los concejales y el oficialismo sólo cuenta con cinco, los ediles que apoyan a Gramajo propusieron un cuarto intermedio hasta el jueves pasado, en busca de ganar tiempo para encarar negociaciones y que la norma se aprobara sin cambios. Tras una semana, el consenso no se logró y el tratamiento fue postergado nuevamente.

 

Pero además, los ediles que cuestionan a Gramajo propusieron una serie de cambios que deberán ser discutidos en la reunión del miércoles de la comisión de Hacienda y Presupuesto, tema que tuvo respuesta ayer y que no dejó conformes a los concejales de la oposición

 

Según Gramajo, "las pretendidas modificaciones no cumplen con los requisitos formales para su presentación, así como tampoco con el trámite previsto para todo proyecto de ordenanza, resultando ser totalmente contradictorio, infundado, carente de seriedad y estudio, además de pretender legislar en contra del pueblo de Chimbas, por lo que, el mismo debió ser rechazado in límine".

 

Este es el decreto: