Mientras en la provincia dicen no tener cargos políticos, los referentes nacionales de La Cámpora se desempeñan en lugares estratégicos en la administración kirchnerista. La organización que armó Máximo Kirchner, a pedido de su padre para ganar cuadros políticos entre los jóvenes, tiene una fuerte participación en sectores clave a través de, al menos, siete de sus dirigentes más encumbrados.
La Cámpora es manejada por Juan Cabandié, José Ottavis y Andrés Larroque. Los dos primeros son amigos personales de Máximo Kirchner y él les confió la conducción cuando decidió dar un paso al costado. Cabandié es legislador en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Ottavis está al frente del Fondo de Capital Social (Foncap), una sociedad anónima que depende del Ministerio de Economía y que se dedica a la administración de fideicomisos.
Larroque es la cara más visible de la organización a nivel país y sus amigos de la política le dicen "El Cuervo". Actualmente trabaja en la Jefatura de Gabinete como subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia.
Otro de los que ostenta un cargo vital es Mariano Recalde, que preside nada menos que Aerolíneas Argentinas. También aparecen Eduardo de Pedro, que integra el directorio de Aerolíneas; Ivan Heyn es amigo personal del hijo de Kirchner y preside la Corporación Puerto Madero; Mariana Gras es subsecretaria del Consejo Nacional de las Mujeres, que depende directamente de la Presidencia; y Laura Briaza es directora Nacional de la Juventud.

