Tal cual lo había adelantado DIARIO DE CUYO, las autoridades del Ministerio de Gobierno se reunieron ayer con los directivos de la Asociación del Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP) y sellaron un nuevo aumento del pasaje del colectivo. La segunda suba del año está en el orden del 18 por ciento para todas las secciones, por lo que el de la primera sección (el más utilizado) se va de los 11,20 a los 13,20 pesos, mientras que el escolar pasará de 3,20 a 3,80 pesos. Dicha escala comenzará a regir a partir del 1 de julio. El titular de la cartera, Emilio Baistrocchi, señaló que el incremento tiene su origen en la decisión de la Nación de quitar el subsidio a las empresas provinciales para hacerle frente a los aumentos salariales de los choferes.
El funcionario uñaquista explicó que ATAP había pedido el aumento a partir de abril, pero fruto de las negociaciones, finalmente se estableció que el aumento empiece a correr desde julio. La suba en el transporte público de pasajeros representará un impacto en el bolsillo de los usuarios. Incluso, Baistrocchi manifestó que "es conocida por todos la política del Gobierno nacional en materia de subsidios", pero señaló que la quita a las empresas para enfrentar las escaladas salariales "no es la vía, el ajuste no es la solución. El aumento del pasaje del colectivo afecta sobre todo a los trabajadores y a los sectores vulnerables que se tienen que desplazar, al igual que los estudiantes".
Tras el encuentro con los empresarios, el ministro de Gobierno señaló que "confiamos en que este valor que se ha acordado no se va a tocar hasta el año que viene".
La decisión de autorizar la suba fue la consecuencia de una serie de hechos que comenzaron en febrero, cuando en las paritarias nacionales se definió un incremento del 3,5 por ciento en marzo para los choferes de colectivos. Esa parte del aumento contó con la ayuda del Gobierno Nacional a través de un subsidio, como venía sucediendo hasta ese momento. Pero la otra parte del ajuste de los sueldos, que asciende al 15,20 por ciento, en 3 cuotas, no tiene el aporte oficial. Y los empresarios le comunicaron al gremio de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), que nuclea a los conductores, que no podían afrontar el pago de la diferencia. La respuesta sindical no se hizo esperar, ya que señalaron que si no les pagaban el aumento, harían un paro. Con tal elemento de presión, el Gobierno provincial convocó a los empresarios para revisar el tema.
A la hora de definir el monto de la suba se ha encarado un estudio de costos con un equipo técnico integrado por representantes de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte y de la ATAP. En ese informe, por ejemplo, uno de los ítems que más peso tiene es la carga salarial (62 por ciento), mientras que otras cuestiones que se tienen en cuenta son combustibles, repuestos, rodamientos y las cargas impositivas.
Frente a la fuerte influencia de lo salarial, el ministro de Gobierno señaló que "si no hay un aumento de los sueldos de los trabajadores, no habrá un incremento del pasaje".