Las diferencias entre el intendente de Zonda, Miguel Atampiz, y el diputado departamental, Edgardo Sancassani, ambos del bloquismo, siempre fueron claras, pero nunca habían quedado expresadas a viva voz. Al ser consultado sobre los postulantes anotados para sucederlo, el jefe comunal, que no puede repetir en el cargo, lanzó críticas hacia el legislador, quien nunca descartó ir a la contienda. Así, Atampiz resaltó que, "como zondino, voy a votar a una persona que viva y sientas las necesidades del departamento". Sancassani, por su parte, prefirió no entrar en la polémica y dijo que "no voy a criticar a un intendente bloquista" y le recordó que "los zondinos me han puesto en el lugar que estoy". La disputa que se blanqueó entre el intendente y el diputado se suma a las que se han dado, entre aliados o del mismo espacio político, en Rawson, Chimbas, Jáchal, Sarmiento, Angaco e Iglesia.

La áspera relación entre Atampiz y Sancassani viene desde hace tiempo. En 2019, el legislador sufrió un fuerte corte de boleta tanto en las PASO como en la general. En el entorno del intendente habían dicho que Sancassani tiraba para atrás la fórmula, mientras que en el círculo del diputado habían indicado que gente de Atampiz había salido a usar la tijera.

Se avecina una nueva elección y ya se blanquearon las diferencias. Al ser consultado sobre las posibles pretensiones de Sancassani, Atampiz respondió que, "como zondino, voy a votar a una persona que sienta las necesidades del departamento. Esto es, que mande los niños a la escuela, que compre en el negocio del pueblo y que realmente sienta a Zonda como suyo". Cuando se le preguntó si Sancassani no cumplía con esos requisitos, el jefe comunal fue más allá al indicar que el candidato "debe vivir en Zonda". Sobre las manifestaciones, el diputado sólo se limitó a expresar que "no le voy a contestar a un intendente bloquista. En mi caso, el respaldo me lo dio la gente en las elecciones".

Por su parte, Atampiz dio una lista de referentes entre los cuales "saldrá el candidato, el que debe ser del equipo de gobierno del intendente". Así, no descartó a su hermano, apodado "Colo", director del área social. No obstante, fuentes del departamento indicaron que, en realidad, los que pican en punta son (sin orden de prioridad) el presidente del Concejo, Sergio Martínez, el edil Gonzalo Oyola, el secretario de Obras, Héctor Godoy, y el secretario de Gobierno, Javier Monla. El jefe comunal hablo de la continuidad del proyecto porque "la gente está conforme con lo que se está haciendo".

No es el único antecedente de peleas y diferencias entre autoridades del mismo palo. En Sarmiento, el jefe comunal, Miguel "Cacho" Martín, está totalmente distanciado del legislador Federico Hensel. Incluso, este le ha cuestionado la gestión por la falta de prioridades y obras en la comuna. A ellos se les suma Rawson, ya que Rubén García rompió relación con el giojismo y, por ende, con el diputado Juan Carlos Gioja. También ese escenario se visualiza en Iglesia entre los bloquistas Jorge Espejo, intendente, y Mauro Marinero, diputado, quien no ha descartado pelearle el manejo municipal en 2023. En Chimbas, el timón está bajo el mando del peronista Fabián Gramajo, quien no se lleva nada bien con el bloquista Andrés Chanampa, titular del bloquismo. En Angaco, el intendente bloquista Carlos Maza y el legislador de extracción justicialista Marcelo Mallea no se pueden ni ver, pese a que lograron sus puestos en el extinto Frente San Juan Primero. En Jáchal, la disputa entre el jefe comunal Miguel Vega y el diputado Jorge Barifusa es más subterránea, pero no menos intensa. Dichas diferencias no son lo único que se evidencia hacia el año que viene. Más natural, son los enfrentamientos entre jefes comunales y legisladores que no pertenecen al mismo partido, como el de 9 de Julio (Ver recuadro).

 

Otras diferencias

Los intendentes y los diputados departamentales de 9 de Julio, y San Martín presentan diferencias claras entre sí. Y no solo porque no pertenecen al mismo partido político, sino también porque han tenido enfrentamientos o se han "ninguneado". En el caso de 9 de Julio, el intendente Gustavo Núñez, de Producción y Trabajo, mantiene serias diferencias con Miguel Núñez, que pertenece al PJ. El último roce se dio cuando el diputado Núñez gestionó un cajero automático en Las Chacritas, pero fue gente del jefe comunal la que lo primereó y le sacó fotos a la obra civil.

En San Martín, la división entre el intendente Cristian Andino y el diputado Miguel Ángel Sánchez es clara. El primero es del PJ, mientras que, el segundo, si bien ingresó de la mano del frente que en ese entonces conducía Marcelo Orrego, fuentes calificadas indicaron que ahora está ligado al giojismo. Después está el lote de los intendentes que se llevan bien o, por lo menos, mantienen una convivencia pacífica. Son los casos de Emilio Baistrocchi y Celina Ramella en Capital, Juan José Orrego y Carlos Platero en Santa Lucía; Fabián Martín y Sergio Miodowsky en Rivadavia; Jorge Palmero y Juan Carlos Abarca en Albardón, Romina Rosas y Gustavo Rodríguez en Caucete, Romina Rosas y Gustavo Rodríguez en Caucete y Juan Carlos Quiroga y Rodolfo Jalife en 25 de Mayo, entre otros.