A las 18 horas de hoy, la presidenta Cristina Fernández recibirá al jefe de Gobierno porteño y líder del PRO, Mauricio Macri y una hora más tarde hará lo propio con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, en el marco de la convocatoria al diálogo lanzada el pasado 9 de julio.
El encuentro de Cristina con Macri se realizará en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno y de esta manera la jefe del Estado, iniciará una secuencia que incluirá a todos los mandatarios provinciales.
El jefe de Gobierno de la Ciudad tiene previsto interiorizar a la presidenta Fernández sobre temas relacionados a la seguridad, salud y transporte público, según señaló el propio Macri.
También expondrá otros proyectos de obras claves para la Ciudad, como la autopista ribereña y el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.
Por su parte la reunión con el gobernador Capitanich se llevará a cabo a las 19 también en el despacho presidencial y será el primer gobernador que se sentará en la mesa de diálogo político que convocó el gobierno nacional.
Mientras que el jueves próximo Cristina tiene previsto completar la agenda de la semana con el gobernador de Santa Fé, el socialista Hermes Binner y a su término ingresará al despacho presidencial el primer mandatario de Salta, Juan Urtubey.
Se estima que los temas que presentarán los mandatarios provinciales a la Presidenta estarán relacionados con la situación económica y social de las provincias.
Sobre el dialogo con Macri, el secretario de gobierno porteño, Marcos Peña, opinó hoy que "sí o sí hay que apostar al diálogo" con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y señaló que no aceptar la invitación del Ejecutivo "sería un grave retroceso" que llevaría a todos a "cuestionarse como sociedad". "Si la Presidenta nos convoca tenemos que ir con una agenda de trabajo y una expectativa. Sí o sí hay que apostar al diálogo", dijo Peña.
"Sería un grave retroceso que descartemos el diálogo, tendríamos que cuestionarnos un montón de cosas como sociedad", insistió.
Planteó la necesidad de que "retomar y reconstruir un diálogo y un trabajo conjunto entre el gobierno de la ciudad y el nacional" para que "se pueda avanzar en temas concretos que tienen que ver con la vida de la gente".
"Obviamente tenemos una expectativa de que cambie lo que pasó hasta ahora, pero si ya lo descartamos de antemano vamos a tener un problema como país", advirtió el funcionario porteño.
Adelantó que las prioridades que el gobierno de la ciudad llevará ante la Presidenta son "seguridad, transporte y el acceso al financiamiento que el gobierno nacional bloqueó y que permitiría grandes obras como la (extensión) del subte".
En otro orden pero relacionado con las rondas de dialogo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó ayer que "seguramente en algún momento se dará" el diálogo del Gobierno con las entidades agropecuarias y lamentó que los dirigentes de ese sector no hayan podido asistir al evento al que fueron invitados la semana pasada.
"En algún momento se va a resolver eso. No tengo ninguna duda que se puede resolver y, cuando hay vocación de hacer estas cosas, se trabaja y se resuelve", afirmó el jefe de ministros.
