Romina Rosas comenzó su gestión en Caucete con un gesto institucional al retocar la sobredimensionada planta política de su predecesor. La flamante intendenta redujo la cantidad de Secretarías y Direcciones con las que contaba Julián Gil y, con esos cambios, logró un ahorro en sueldos de casi 11 millones de pesos al año. Pero la economía no es suficiente para cubrir el rojo en las arcas comunales que le dejó su antecesor, ya que, según confirmó, el pasivo supera, al menos, los 26 millones de pesos. Además, Rosas aseguró que hay faltantes de herramientas en el obrador y que está haciendo un inventario de lo que recibió. De encontrar una irregularidad, afirmó que irá a la Justicia.
La decisión de Rosas de reducir la cantidad de cargos políticos en el Ejecutivo municipal está en línea con lo que venía manifestando cuando se desempeñaba como concejal. Durante la gestión pasada había apuntado contra la excesiva cantidad de colaboradores y cargos que tenía Gil. Así, según explicó la actual intendenta, "de las 11 Secretarías que tenía la antigua administración, he dejado cuatro. Y de las 22 direcciones, ahora han quedado 16". Pero eso no es todo, ya que también eliminó los cargos de subtesorero y subcontador y redujo el sueldo de sus secretarios, que antes "cobraban el 80 por ciento del sueldo del intendente y ahora el porcentaje está en el 75". Por otro lado, aclaró que creó cuatro Subsecretarías, cuyos cargos representan el 70 por ciento del salario del jefe comunal, mientras que las Direcciones no sufrieron modificaciones de montos. Rosas explicó que, con ese esquema, ahorrará 10.951.000 pesos en sueldos al año.
Además de las críticas contra Gil por la cantidad de cargos políticos, la intendenta siempre se mostró desconfiada de las declaraciones de su antecesor, quien aseguraba que dejaba un municipio sin deudas e, incluso, con un superávit de unos 25 millones de pesos. Sobre ese punto, Rosas indicó que el exjefe comunal le dejó cuentas comunales en rojo y con una abultada deuda en sueldos y en el pago de expedientes. Es más, explicó que entre lo que se adeuda en salarios para la planta política del Concejo Deliberante, el Juzgado de Faltas, la planta política del Ejecutivo, contratados, los beneficiarios del Programa de Inserción Laboral Departamental (PILD) y lo que corresponde por aguinaldo, la cifra asciende a los 26.448.100 pesos. Pero sostuvo que, incluso, ese valor puede ser más abultado si se tiene en cuenta que la última conciliación bancaria, es decir, confrontar los movimientos del banco con el libro contable de la comuna, se hizo el 30 de octubre. Por lo que faltan las auditorías de noviembre y los primeros días de diciembre.
Sobre las deudas, Rosas explicó que pudo recibir un aporte del Ejecutivo provincial con el que le hizo frente a los tres millones de pesos para el programa PILD. Con respecto al resto, destacó que "vamos a ir afrontando el día a día para salir a flote. Vamos a administrar lo poquito que tenemos de la mejor manera posible". Un ejemplo de eso es que el lunes pagará la deuda a contratados.
Por otro lado, la intendenta indicó que llegó al municipio con tres escribanos para realizar un inventario de los bienes, las condiciones de los vehículos y las herramientas. Según un estudio preliminar, el área más crítica es la del depósito, la que "hemos encontrado vacía, con sólo dos horquetas. No hay herramientas para cumplir las tareas para que los cauceteros puedan tener un servicio como se merecen". Por eso, dijo que no descarta ir a la Justicia contra Gil.
Área clave de control
Rosas creó la Dirección de Patrimonio y Liquidación de Sueldos para cotejar qué bienes había en la gestión de Gil y cuáles hay hoy. Además, controlará los pagos.