Buenos Aires, 28 de noviembre.- El discurso de la mandataria ocurrió luego de que su par brasileña, Dilma Rousseff, se dirigiera al auditorio de empresarios convocados en la ciudad de Los Cardales para la Conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA). Ambas realizaron un enérgico llamado a la integración para afrontar los desafíos que plantea la crisis internacional.

Cristina Kirchner resaltó que "tenemos que ser inteligentes y rápidos", ya que "los tiempos urgen y la historia no nos va a perdonar si nos demoramos”. En ese sentido, pidió un "esfuerzo" conjunto a funcionarios y empresarios para concretar mecanismos que ayuden a mejorar las relaciones.

"Siempre he escuchado hablar de la integración desde el reclamo y desde el deseo, pero luego de la crisis se ha convertido en una necesidad; yo diría en un condición sine qua non para mantener los logros de la década, destacó. "Un logro que no vamos a poder mantener si no aunamos recursos" dado que "los países desarrollados intentan trasladar la crisis con sus políticas de expansión monetaria", añadió.

"La integración es un mecanismo de defensa para que no nos alcance el drama que padecen otras sociedades”, sostuvo Cristina Kirchner al señalar que América del Sur se está convirtiendo en "una familia".

No obstante, advirtió que, como tal, las relaciones entre las partes acarrean problemas, pero insistió en la necesidad de estrechar los vínculos. “Cuando se producen problemas entre ambos países hay que adoptar medias muchos menos burocráticas y protocolares” que permitan solucionarlos con celeridad, dijo.

Acreedores externos

La jefa de Estado dedicó unos breves pasajes de su discurso para referirse al conflicto que afronta el país contra los holdouts que no aceptaron el canje y a los que se les debería pagar el 100% de lo adeudado en diciembre si se decide cumplir con el último fallo del juez norteamericano Thomas Griesa al respecto.

Se mostró crítica con esos actores, a los que una vez más llamó fondos buitre: "No se los puede denominar de otra manera", explicó, y apuntó que "mientras realizan las demandas en los EEUU no tributan en ese país si no que se refugian en "paraísos fiscales".

"No estamos ante un pari passu", sostuvo al referirse al fallo de Griesa, y se quejó que "se exige una inequidad absoluta respecto del 93 que sí aceptó".

Subrayó que “hemos venido pagando puntualmente desde 2005 sin acceder al mercado de capitales, y lo vamos a seguir haciendo”.

"Constituimos el contramodelo de un mundo en donde el capital financiero y sus derivados se han erigido en amos y señores nos quieren castigar", agregó.

"Hemos dado muestras de buena voluntad, porque hemos sido capaces de remontar una cuesta, como la que existía en 2003, en la que nadie daba nada por nosotros, y hoy los bancos son una de las actividades más rentables de la Argentina, o la industria avícola, o la industria automotriz, en que todas son extranjeras", resaltó la primera mandataria.

Pero no sólo eso, destacó que "las utilidades remetidas por las empresas al exterior llgaron en la última década a u$s41.000 millones, equivalente a 1,7% del PBI. Es decir que este modelo no sólo permitió recuperar la actividad, y girar dividendos".