La presidenta Cristina Fernández de Kirchner retornó ayer por la tarde a la residencia de Olivos desde Santa Cruz, donde pasó el fin de año junto a familiares, para ultimar los preparativos de la operación de cáncer de tiroides que se le practicará mañana en una clínica privada de Pilar.

Aunque no hay confirmación al respecto, la presidenta se internaría hoy por la noche en el Hospital Universitario Austral del partido bonaerense de Pilar y la operación se realizará al día siguiente a las 11:30, se adelantó.

Por su parte, el secretario de Comunicación Pública y portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro, no informó aún cómo será la comunicación a los medios que se harán presentes en gran número en ese centro asistencial privado, para transmitir el estado de salud de la mandataria.

La mandataria descansó en la residencia familiar de la villa turística de El Calafate, donde debió viajar el viernes, un día después de lo que tenía previsto, a raíz de las protestas por las medidas de ajuste impulsadas por el gobernador local, Daniel Peralta.

Se esperaba que la jefa del Estado diagramara en las próximas horas con sus colaboradores más cercanos las instrucciones para los días del post operatorio. La operación, según se informó, estará a cargo del cirujano y oncólogo Pedro Saco en el Hospital Universitario Austral del partido bonaerense de Pilar.

A partir de la operación, y durante 20 días, Fernández de Kirchner tomará licencia y será reemplazada en el cargo por el vicepresidente Amado Boudou, tal como lo establece para estos casos la Constitución nacional.

Durante el postoperatorio, deberá permanecer en algún momento aislada debido a que éste se le aplicará un tratamiento con yodo radiactivo.

El fin de semana, la Presidenta se limitó a pasar las fiestas con sus hijos Máximo y Florencia; su nuera Rocío García; su cuñada y ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; su suegra, María Juana Ostoic y su madre, Ofelia Wilhelm. Sin embargo, se comunicó repetidas veces con el senador Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque oficialista, a raíz de la trágica muerte del coterráneo gobernador de Río Negro, Carlos Soria.

Por razones de seguridad, se despejará todo un piso del edificio durante la operación. A su vez se postergaron turnos que no sean urgentes para las últimas semanas de enero o principios de febrero. De esta manera se evita una alta circulación de pacientes durante los días en el que la Presidenta esté internada, informaba ayer la prensa digital porteña.