Buenos Aires, 26 de abril.- A las 17.48 de este domingo, el sobre con el voto del vicepresidente Amado Boudou en las PASO porteñas ingresó en la urna. Había estado poco más de 2 minutos en el cuarto oscuro. Cuando le preguntaron por qué se acercó a último momento, respondió: "Porque fui al gimnasio más temprano".
La materialización del voto de Boudou puso fin a un misterio: en qué mesa iba a votar. Sucede que en la escuela de Puerto Madero en la que finalmente se presentó estaban todas las listas con el padrón, menos la que indicaba la mesa que le correspondía al vicepresidente. La sugestiva desaparición pareció apuntar a preservar al funcionario de un escracha similar al que sufrió en agosto de 2013.
A la salida de la escuela, anticipó que va a ir al bunker del Frente para la Victoria. "Vamos a estar con los compañeros", adelantó. También le volvieron a preguntar por qué fue a votar tan tarde. "Estamos dentro de la hora", contestó. Y cuando una cronista quiso saber por qué no habían publicado la lista de su mesa, puso una sonrisa y se despidió.

