No hay caso. Entre la conducción bloquista y los opositores hay un abismo que impide las chances de buscar el consenso y la paz. Graciela Caselles convocó a sus futuros rivales en las internas diciendo que quiere intentar un acuerdo, pero la respuesta fue un “no” rotundo. Juan Domingo Bravo le contestó por escrito que no hay nada que hablar mientras ella sostenga la alianza con el PJ y la candidatura a presidente de la fuerza. En el oficialismo no están dispuestos a ceder y, con el cronograma electoral corriendo, todo se encamina a que la puja se dirima en el cuarto oscuro.
Caselles es la actual presidenta del bloquismo y está anotada para renovar. Bravo está en la vereda de enfrente y quiere convertirse en la máxima autoridad partidaria. Entre los dos sectores que encabezan hay una diferencia que, hasta ahora, es insalvable y desde hace años separar las aguas: el alineamiento con el PJ. El oficialismo ató el acuerdo en 2007 y lo mantiene hasta hoy; y los opositores quieren darle un corte de inmediato.
Caselles le mandó una nota a Bravo el jueves, invitándolo a una reunión que se iba a realizar ayer en la sede partidaria con los miembros del Comité Central. Dice que la idea es armar un “programa verdaderamente popular, sólido y próspero, donde esté contemplada la unidad, la reorganización y reestructuración de todos los órganos partidarios”.
Ayer, Bravo le contestó recriminándole la sociedad con el giojismo. “No habrá reorganización posible mientras usted no entienda que el Partido Bloquista debe protagonizar la historia de San Juan siendo alternativa de Gobierno y no adherir incondicionalmente a cambio de cargos personales”. Además, le pidió que “renuncie a su pretensión de ser nuevamente presidenta, hecho que ayudará a la recuperación del partido”.
El hijo de Don Leopoldo se quejó, porque consideró que su eventual rival “no tiene intenciones de dialogar con nosotros”. Según dijo, “San Juan es chico y nos conocemos todos, si realmente quisiera hablar, hubiera llamado por teléfono invitando un café, no una nota fría y formal que no es más que eso”.
Caselles no atendió a los llamados de este diario. Pero en su entorno aseguraron que no accederá a los pedidos que le hizo Bravo por escrito y que seguirá por el mismo camino. Es decir, presentar una lista propia para buscar un mandato más.
La principal razón del quiebre sigue siendo la amalgama con el justicialismo, que será el eje de discusión en la campaña a la hora de ir a buscar votos a los departamentos. El oficialismo partidario, con Caselles a la cabeza, lo defendió con uñas y dientes en el armado de listas para las elecciones provinciales del año pasado y gracias al arrastre giojista, consiguió algunos cargos que de otra manera no hubiera sido posible. Bravo y compañía insisten en que el partido de la estrella tiene que volver a encabezar las ofertas electorales, independientemente de la coyuntura partidaria frente a la opinión pública.
Así las cosas, casi que no queda margen para conciliar. El viernes vence el plazo para presentar listas y desde los dos espacios aseguraron que se anotarán para dar pelea en las urnas.
Caselles tiene todo listo para postularse al máximo cargo y en su sector dijeron que está casi acordado que Augusto Rago será impulsado para presidir la Honorable Convención partidaria. Por el lado de los opositores, Bravo aseguró que armarán en “todos lo departamentos”. Les falta definir la figura que aspirará a encabezar el máximo órgano partidario. Suenan “Tutín” Laciar y el ex juez federal Juan Carlos Turcumán.

