El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, atacaron ayer a los jueces "permisivos" que "allanan el camino" a los delincuentes al otorgarles excarcelaciones.

Fernández, dijo estar "preocupado" por el hecho de que se "sobredimensione una situación que le haga tener a la sociedad una preocupación mayor", y agregó que la Policía Federal está en una "situación óptima para prevenir el delito".

Randazzo dijo que los jueces "muchas veces deberían aplicar mejor la ley para que los que delinquen, y son un peligro, estén entre rejas".

Estas críticas fueron lanzadas justo cuando el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, reclamó que "el Poder Judicial acompañe con la mayor rigurosidad", pero se mostró más prudente con los jueces y admitió que en su distrito en materia de seguridad "hay una asignatura pendiente" e insistió en que "después de que la Policía detiene a los delincuentes y los pone a disposición de la justicia, tienen que llegar las condenas y se tienen que cumplir".

En tanto, el diputado, Francisco de Narváez reclamó al Gobierno que "convoque al Consejo Nacional de Seguridad y se declare la emergencia" por el auge del delito, ya que "está la vida en juego", al considerar que "hay que actuar" y "no seguir mirando o discutiendo". "No hay otra prioridad que la vida, es lo que nos tiene atemorizados a todos. Hay que coordinar en un plan con las fuerzas de seguridad, la Justicia, el sistema carcelario y las leyes que tenemos, cumplirlas y mejorarlas".