Con el peso de tener el número que da la mayoría en el Concejo Deliberante de Angaco, el edil José Risueño, exsocio del intendente José Castro, y dos pares radicales convocaron a una sesión especial para el lunes en la que irán por la cabeza del presidente del cuerpo legislativo, Mario Pacheco, hombre de confianza del jefe comunal. Para el cargo se anota el propio Risueño, pero en el oficialismo aseguran que la movida es un atropello a las instituciones. Así, lo que empezó como una interna, entre la acusación opositora de supuestas irregularidades en la compra de gasoil para movilidades de la comuna y la denuncia del Ejecutivo contra su exaliado, se convirtió en una crisis política, ya que la relación entre el líder departamental y el concejal rebelde, más los dos de la UCR, está definitivamente rota.
Risueño reconoció ayer que la sesión fue fijada en base al artículo 20 de la ley orgánica de municipalidades, la cual sostiene que “la designación del presidente, vicepresidente y secretario es revocable en cualquier tiempo, por resolución fundada de más de la mitad del número total de los concejales, tomada en sesión pública”. Si bien evitó asegurar que desplazarán a Pacheco de su lugar, resaltó que “si no da explicaciones satisfactorias, tomaremos la decisión de removerlo”. ¿Los motivos? Aunque no quiso revelarlos para que el actual presidente tome conocimiento de manera formal en la sesión, dijo que tienen que ver con supuestas falencias que ha cometido desde que avanzó en la investigación por las presuntas irregularidades en la compra de gasoil de las movilidades municipales. En ese marco, admitió que uno de los puntos es que en vez de enviar un informe sobre ese tema al Tribunal de Cuentas, Pacheco lo derivó al intendente.
Por su parte, el jefe comunal aseguró que “la única intención de los opositores es obstaculizar la transparencia del Concejo. En diciembre acompañaron y la reelección del presidente salió por unanimidad, quien no ha tenido una sola observación durante dos años”. Sobre la sesión especial, explicó que pueden pedirla, pero que deben fundamentarla, cosa que no han hecho, y que Pacheco primero debe tener contacto con el planteo y decidir si convoca o no en la sesión ordinaria del jueves. Si no lo hiciere, ahí recién pueden autoconvocarse. Y con respecto a la supuesta falla en la que habría incurrido el presidente al no enviar el informe al Tribunal de Cuentas, Castro dijo que cumplió con el paso formal y que Risueño mismo puede llevarlo al organismo. Al igual que insistió en que si tiene dudas sobre la gestión, que haga la denuncia en la Justicia, “como hicimos nosotros contra él”.
El jefe comunal hizo referencia a la presentación que realizó contra su exaliado en la Fiscalía Correccional, en la que lo denunció por “graves acciones administrativas”. Según trascendió, pese a ser concejal, Risueño habría seguido ejerciendo y tomando decisiones en su cargo de subtesorero, lo que no está permitido. Por eso, Castro asegura que toda la movida del edil es para “tapar sus propios actos irregulares”. Y ante la futura revocatoria del cargo de Pacheco, destacó que “esperaremos a que se consuman los hechos” para actuar.
Castro ya había tenido inconvenientes con concejales de su espacio en su primera gestión (Ver recuadro).
Antecedente
En abril de 2014 estalló una disputa en el Concejo angaquero. El edil Enrique González había ingresado de la mano de José Castro, cuando ambos integraron la fórmula departamental del basualdismo. Pero el intendente se alejó de esa fuerza política y luego manifestó su apoyo al justicialismo. El concejal no siguió esa postura y decidió alejarse. No obstante, se alió con los dos del entonces Frente para la Victoria, que lo apoyaron en su intención de ser presidente del cuerpo legislativo, en lugar de Mario Pacheco. La movida reflejó que el peronismo angaquero no comulgaba con el jefe comunal. Pese a las idas y vueltas, con presentaciones judiciales de por medio, al final hubo paz y Pacheco siguió al frente del Legislativo.