Cerca de las 9,30 de ayer, todos los que estaban dentro de la Municipalidad de la Capital terminaron en la vereda. Fue porque Bomberos desalojó el edificio tras una amenaza de bomba que no pasó a mayores. Pero, en medio del conflicto entre la gestión de Marcelo Lima y el gremio de los municipales SUOEM, no faltaron las segundas lecturas sobre el episodio.
Mientras el intendente dijo que no sospecha de nadie y que no tiene elementos para señalar a nadie como autor, no descartó que haya habido motivaciones políticas en el hecho al decir que para él "fue un chiste de mal gusto o una acción malintencionada". Y agregó que hizo la denuncia policial para que se investigue el delito de falsa denuncia que espera que se resuelva con el rastreo de la llamada. Por lo bajo, un funcionario municipal aseguró que les llamó la atención que ayer SUOEM no puso la tradicional mesita de protesta en la fachada del edificio.
Desde el gremio, no se quedaron atrás: Pascual Manchineles aseguró que "capaz que la amenaza se la autoinventaron para perjudicarnos. Si mienten con que yo cobraba dos sueldos, cómo no van a mentir con esto". El sindicalista aceptó que ayer no hubo presencia de SUOEM en la puerta del edificio, pero dijo que fue en señal de duelo: "como se había muerto el hermano del intendente, nosotros decidimos como muestra de respeto que no vamos a poner por toda la semana banderas ni carteles, como pasó cuando se murió Kirchner o Leopoldo Bravo, porque somos humanos. Pero la semana que viene volvemos con los reclamos", aseguró acerca de la lucha por los salarios que mantienen hace meses con Lima.
La amenaza de bomba se dio por un llamado anónimo -habría sido una voz masculina-, al conmutador de la Municipalidad, que avisó que en el edificio, más precisamente en el Concejo Deliberante, había una bomba a punto de explotar. Eso originó el alerta oficial con la consecuente llegada primero del Comando Radioeléctrico de la Policía, y luego de Bomberos, quienes dispusieron desalojar el edificio hasta cerca de las 11, tras no encontrar ningún artefacto.
Lima dijo que no puede medir el impacto pero que en virtud de la situación se tuvo que interrumpir la normal actividad del municipio por más de una hora, lo que "perjudicó no sólo a los usuarios sino también al funcionamiento administrativo municipal". Añadió que "todo el mundo se quejaba pero la Policía les explicaba las razones", en referencia al público que suele asistir a esa hora pico a las ventanillas propias y del Banco San Juan que hay en la municipalidad.
El jefe comunal dijo que tampoco tiene elementos para relacionar la amenaza de bomba con la cuenta apócrifa de Facebook que le crearon a Lima con contenidos que lo desprestigiaban y por la cual también hizo recientemente la denuncia en al Justicia. Lima dijo que la cuenta trucha ya fue levantada por la compañía.

