La sanción a Pablo Flores sólo será de un mes sin goce de sueldo, aún cuando por las irregularidades que presentaba su Juzgado (el Segundo de Instrucción) eran serias. Pudo llegar al Jury, pero no fue así. Lo salvaron del peor escenario.
Fue clave la posición de Guillermo De Sanctis que, al fin y al cabo, maneja hoy por hoy los hilos del Máximo Tribunal. El cortista le tendió una mano al juez Flores, que llegó al ruedo de los altos cargos de la Justicia sanjuanina con el padrinazgo de José Luis Gioja.
Las causas de alto voltaje que pasaron por el despacho del magistrado y que no fueron resueltas en tiempo y, para peor, en forma, lo conducían a Flores a un Jury que le abría la puerta de salida del Poder Judicial. De Sanctis lo perdonó, convenció a sus pares para que la sanción este lejos de poner en duda la permanencia del magistrado en ese lugar.
De todas maneras, no habrá segunda oportunidad para Flores. Deberá hacer buena letra, los errores que detectó la auditoría de la Corte de Justicia fueron importantes que, si no tomaban estado público, tal vez pasaban de largo.