En su último año de gestión en la Intendencia de Santa Lucía, Marcelo Orrego pasará a planta permanente a 183 contratados y becarios. La movida desató críticas del concejal justicialista Marcelo Cerdera, quien hizo hincapié en dos ejes. En primer lugar, que se hizo de manera discrecional (es decir, a dedo) por parte del jefe comunal, ya que no se tuvo en cuenta el criterio de incorporar al personal de mayor antigüedad, tal cual se había argumentado, señaló el edil. Y en segundo término, que fue una maniobra "puramente política" para darles "una mano" a los empleados y al gremio municipal para que le den su apoyo al candidato que lo suceda en el sillón comunal. Desde el municipio prefirieron no hablar del tema.
La administración de Santa Lucía, al igual que la de Rivadavia, estuvo en el ojo de la tormenta el año pasado, cuando desde el Gobierno provincial hubo cuestionamientos hacia la cantidad de becarios que tiene en su plantel (ver recuadro). La polémica ahora estalló por el traspaso de contratados y becarios a planta permanente. Según contó Cerdera, en la última sesión del año pasado, el Ejecutivo municipal envió al Concejo Deliberante el expediente para que se le dé el OK a la incorporación a partir de este mes de 80 personas que se encuentran bajo esos regímenes laborales temporarios. El edil indicó que el secretario de Hacienda, Roberto Gutiérrez, informó que de manera efectiva hay 66 trabajadores, a los que se les iba a sumar estos 80. Y que desde mayo se iban a traspasar otros 103. Es decir, un total de 183 en el transcurso de 2019.
El cuestionamiento del concejal se basa en que resaltó que el funcionario de Hacienda había manifestado que el criterio que iba a ser tenido en cuenta era el de la antigüedad del personal. Pero Cerdera remarcó que no se respetó dicho parámetro luego de revisar el primer listado de 80 incorporaciones, dado que indicó que hay personas que ingresaron "con cinco años de trabajo y quedó fuera gente que lleva 25 años". El edil destacó que fue un convenio que Orrego firmó con el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM) y que se trató de una "maniobra netamente política", en la que desde el Ejecutivo "les dan una mano ahora para que después se la devuelvan". Cerdera apuntó a las elecciones, en las que suena Juan José Orrego, hermano del jefe comunal, para la sucesión. El concejal también perfila para la interna del PJ con Lucio González.
> Cruces por los fondos
En abril, tras el aporte de fondos del Gobierno para los aumentos de los empleados municipales, en Santa Lucía y Rivadavia pusieron el grito en el cielo porque aseguraban que no habían recursos para pasantes y becarios. Tanto el gobernador Sergio Uñac como el ministro de Hacienda, Roberto Gattoni, cuestionaron el manejo contable y el incremento de ese tipo de personal en ambas comunas. "Los municipios no pueden ser un lugar donde se deba cobijar a todos los que participan de las campañas políticas", había dicho Uñac.
El intendente santaluceño, Marcelo Orrego, y el rivadaviense Fabián Martín recibieron el año pasado 10 millones de pesos cada uno en ATN por parte de la Nación. Ambos señalaron que destinaron el dinero al pago de pasantes y becarios.