El diario Clarín publicó un cable con un nuevo problema de compra y venta con Venezuela. Había empresarios que todavía estaban enojados y que el embajador Eduardo Sigal escribió en un cable, de allí saltó a los títulos y se armó un revuelo en la Cancillería ¿es así?
-En realidad había dos empresas que solicitaban formar parte del Plan de Reconversión Eléctrica en Venezuela y que consideraban que habían sido excluidas. Yo instruí a la embajada argentina en Venezuela que se ponga al servicio de estos empresarios para que puedan ser incluidos en este programa. El compromiso de la Cancillería es que todos los empresarios que puedan y quieran vender en el exterior, que tengan calidad y competitividad, lo puedan hacer.
-¿Qué pasa con estas acusaciones de embajada paralela?
-Yo creo que se habla desde la ignorancia. Hoy la diplomacia no es más que la proyección de cómo uno piensa el país en su dimensión internacional. No hay sólo un ministerio que tenga que hacer fuerza para que productos argentinos estén en el exterior. Tenemos que tener todo el gobierno comprometido para avanzar en las exportaciones y esto es lo que hacemos.
-¿Usted estaba en la época de Sadous?
-Sí, claro, yo estoy en esta Subsecretaría desde el año 2003 y de mí dependen todos los temas económico-comerciales de América, por lo tanto conozco perfectamente la situación.
-¿Por qué explotó justo ahora lo de Sadous?
-Me parece que hay una intencionalidad política. Estamos a un año de elecciones nacionales, la oposición en vez de proponer qué haría en el gobierno, busca poner palos en la rueda a un gobierno que en mi opinión está haciendo muchas cosas y muy bien. Lo mismo hicieron con el cable que yo mandé.
-¿La oposición no empezó a actuar a posteriori de que Sadous levantara la perdiz, que hiciera esta declaración a la prensa?
-Sadous fue citado a la Justicia, hizo declaraciones, después fue citado en la Comisión de Relaciones Exteriores y tuvo una amplificación sus declaraciones. Lo único que dijo Sadous y que yo tengo conocimiento desde mi rol en la Cancillería, es que un sistema de intercambio comercial, en el cual se constituía un fondo al que se llama comúnmente fideicomiso, faltaban 30 millones de dólares en un fideicomiso que lo administran dos organismos venezolanos, esto es muy importante, la Argentina no tiene absolutamente nada ver. Sí tiene que controlar qué pasa con ese fondo.
-¿Hubo algún problema con Timerman cuando salió el cable suyo? ¿Fue mal interpretado por los diarios?
-Sí, totalmente. Primero, un cable reservado, no tenía por qué ser público. Acá afectamos intereses argentinos y por eso tenemos que ser muy responsables en cómo se plantean estas cosas. Con el canciller Héctor Timerman tengo una muy buena relación. Conversé con él porque me enteré que iba a salir 48 horas antes y se lo transmití, aunque no sabía bien qué. Hacía tres días que había asumido como canciller y no es muy agradable enterarse que le iba a estallar un tema de estos. De ahí en más no he tenido ningún tipo de dificultad.
-¿Conocía San Juan?
-Tanto como que he nacido acá.
-¿Soñó alguna vez con que la cumbre con 7 presidentes podía ser albergada en San Juan?
-Desde que estoy en esta función, tanto Néstor como Cristina han querido hacer las cumbres en distintas provincias argentinas. Se hizo en Córdoba, en Misiones, en Tucumán. Entonces estaba en las posibilidades. Yo creo que es bueno porque uno instala a esa provincia en la vidriera del mundo. Mucha gente se va a enterar de que existe San Juan en la Argentina. Y eso es un valor muy importante. Les diría que incluso muchos hermanos del propio Mercosur se están enterando de la existencia de San Juan. Cuando uno llega a ese Centro Cívico, impacta mucho.
-Hay inquietud en el arco agroexportador de San Juan. Hay cuestiones específicamente, como el tema de las licencias automáticas, que ya no lo son. ¿Qué posibilidades hay en ese sentido?
-El gobernador y el diputado Ruperto Godoy han sido muy dinámicos en los planteos a la Cancillería permanentemente para eliminar los obstáculos que tenemos en el tema Brasil y los mostos. Estamos discutiendo en este momento una modificación del Reglamento Vitivinícola del Mercosur que permita exportar mosto para edulcorar.
-¿Por ejemplo qué discuten en la Cumbre?
-En estas reuniones vamos a tener pasos muy importantes en cuestiones que venimos discutiendo hace rato. Desde el 2004 venimos discutiendo esto de la libre circulación de productos hacia el interior del Mercosur, esto que puede sonar extravagante. Cuando viene un producto desde el exterior, paga una arancel, que es el arancel del Mercosur. Pero si pasaba después a un país como Paraguay, que es un país mediterráneo, tenía que volver a pagar el arancel. Ahora estamos discutiendo cómo hacer para que paguen una sola vez esos productos. El otro tema que estamos discutiendo es el Código Aduanero, un código común.
-Ahí se complica con las retenciones, ¿no?
-En eso metió el dedo al ventilador. Todos los países comparten que es un derecho establecer lo que se llama derecho de exportación, que comúnmente se llama retenciones. En ese Código se va a establecer en forma programática, se va a habilitar la posibilidad de cobro de derechos de exportación y después cada país lo instrumentará… Se va a discutir la utilización de un fondo para superar asimetrías, que se llama FOCEN, Fondo de Convergencia Estructural. Vamos a aprobar siete, ocho proyectos por alrededor de 700 millones de dólares que van a beneficiar fundamentalmente a Paraguay y Uruguay. Y vamos a trabajar sobre un acuerdo de libre comercio con Egipto.
-¿Cómo está la relación comercial con Brasil?
-La verdad tenemos una relación excelente. Este año vamos a tener comercio por 30 mil millones de dólares, de ida y vuelta. Es una cosa espectacular. A veces me río cuando hablan de dos o tres camiones que se quedan varados en una aduana porque no tenían autorización, pero son miles de camiones los que pasan.
-¿Son 30 mil millones de qué, cuanto más que hace años?
-Lo digo ya: hace 3 años, el comercio era de 18 mil millones y ahora es de 30 mil. Hace diez años, el promedio era 12 mil. Son 30 mil millones de autos: nuestra exportación principal a Brasil es la industria automotriz. Hemos pasado a ocupar el 10% de las ventas de autos de Brasil. De 3 millones, 300 mil son autos fabricados en la Argentina. Pero como es ida y vuelta, hay autos y autopartes que compramos.
-Usted hablaba del gran repunte del intercambio comercial, pero para que eso se concrete siempre hace falta infraestructura. ¿Está al tanto del proyecto del túnel de Agua Negra?
-Totalmente, es muy importante, Tenemos que hacer que se entienda que es de interés de todo el Mercosur, no sólo de San Juan y de Argentina. Es la posibilidad de transversalmente poder comerciar y acceder al Pacífico sin las dificultades que nos imponen los pasos actuales en esta época invernal.
-¿Puede haber un avance?
-Por lo menos desde el punto de vista declamativo, esperemos. Por eso va a ser muy importante que todas las delegaciones estén. Ya el gobernador puso un gran plano en la entrada de la reunión para que se vea y me parece que es muy importante.
-¿Desde la llegada del nuevo gobierno a Chile ha cambiado en algo la relación?
-No, y me parece que es bueno que sea así.

