Buenos Aires, 14 de agosto.- La presidenta Cristina Fernández abrió su camino a la reelección con una contundente victoria que dejó en una posición difícil a la oposición de cara a las elecciones de octubre.
El cincuenta por ciento que logró en las primarias debió sorprender incluso a ella misma, pero mucho más a los candidatos que se ilusionaban con nuclear a la oposición para disputarle de igual a igual la segunda vuelta electoral. No sólo triunfó con absoluta comodidad, sino que aplastó a sus rivales y los dejó confinados a una distancia superior al 35 por ciento en todos los casos. Una circunstancia muy difícil de revertir en poco más de dos meses.
Cristina Fernández superó en el momento previo a la reelección, el nivel que obtuvo cuando fue elegida por primera vez. Hoy esa distancia es de más de cuatro puntos y alcanza la mitad más uno de los argentinos.
La Presidenta había conseguido en 2007 un triunfo en primera vuelta (cuando obtuvo el 45,2 por ciento), sobre la base de aporte de la provincia de Buenos Aries del 45,9 por ciento. Hoy el principal distrito del país le dio más del 54 por ciento y una diferencia más de 40 puntos sobre el ex gobernador Eduardo Duhalde.
Más sorprendente resulta su triunfo en los tres distritos importantes en que había triunfado distintos sectores de oposición en el último mes.
En la Capital Federal llegó al 30 por ciento y relegó a Duhalde, que tenía las simpatías iniciales del macrismo al 22 por ciento.
También en Córdoba, donde no pudo construir una alianza con el gobernador electo justicialista, José Manuel De la Sota pero igual se convirtió en la primera fuerza con 34 por ciento, 16 puntos más que Ricardo Alfonsín y 20 más que Alberto Rodríguez Saá y 21 sobre Hermes Binner (el aliado de Luis Juez).
A Binner también le sacó ventajas en el distrito de Santa Fe: por 37 por ciento contra 32 y el relego de Duhalde a 12 por ciento.
En Mendoza, el quinto distrito en importancia, Cristina llegó a 46 por ciento y segundo estuvo Rodríguez Saá, con 20, postergando al radicalismo que había tenido dos precandidatos a la presidencia, Julio Cobos y Ernesto Sanz, a sólo 13. Resulta difícil imaginar cuál puede ser la estrategia a la que recurran los partidos opositores para descontar los 35 puntos que les sacó la candidata a la reelección. Nada más que ‘hacer la plancha‘ le dará un triunfo en primera vuelta, para el segundo de sus mandatos de cuatro años.
