Buenos Aires, 16 de marzo.- Los diputados del macrismo
reunidos en el PRO y sus colegas de las diferentes fracciones del
peronismo disidente resolvieron hoy conformar un interbloque en la Cámara baja, compuesto por poco más de una treintena de
representantes, tras definir su voto en contra de la propuesta para adelantar las elecciones.

El nuevo sector estará compuesto por los diputados que
responden a Mauricio Macri, a los diputados peronistas Felipe Solá, a Francisco de Narváez y al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá.

El nucleamiento fue presentado en una conferencia de prensa
que los referentes de esos sector brindaron en la Cámara de
Diputados, en ocasión de anunciar el rechazo al proyecto de reforma electoral impulsado por el kirchnerismo.

En la presentación participaron, entre otros, los diputados
Federico Pinedo (PRO), Luis Lusquiño (Frejuli-San Luis), Enrique
Thomas (alineado con Solá), Francisco de Narváez y Solá.

"Estamos mas unidos que nunca", aseguró De Narváez, en torno
al frente que integra con Solá y con Macri, y destacó: "Pierden el
tiempo aquellos que piensan que nos van a debilitar".

Su explicación aludía, también, al cambio de postura que
protagonizó De Narváez: el jueves anunció su voto a favor del proyecto del gobierno y hoy en contra.

Puertas adentro, la postura inicial de De Narváez enfrentó la
presión de los dirigentes aliados a Solá, quienes de entrada
rechazaron la propuesta de adelantar las elecciones.

"Hemos privilegiado la unidad", argumentó el empresario para
explicar su giro y agregó: "Hemos conversado con Mauricio y con
Felipe", para acordar una postura común.

La decisión de conformar un interbloque con las fracciones del
peronismo disidente había sido conversado entre los referentes
del frente, una decisión que luego había comunicada por Macri a
Pinedo, uno de los referentes macristas en Diputados.

En tanto, el propio Macri había afirmado temprano que haría un
"intento de unificar posiciones" con sus aliados en la Cámara de
Diputados.

Para Macri, la decisión del gobierno de adelantar las
elecciones "no es una buena señal" y "es el reconocimiento de un momento de debilidad enorme del gobierno nacional producto de los errores que ha cometido estos años, aislándonos del mundo, los cuales se agravan con la crisis internacional".

Destacó que "ningún país serio cambia sus leyes electorales en
función de lo que pasa con su economía".

Por otra parte, Solá ratificó su rechazo al proyecto de
adelantamiento de las elecciones porque "no voy a avalar avanzar sobre las instituciones".