Alejandro Bodart, precandidato presidencial por el MST-Nueva Izquierda, dijo que en la Argentina “parte de la izquierda no tiene vocación de poder, se queda cómoda en lo testimonial y por eso no trabaja para ser una alternativa de poder.” Frente a ese inconveniente sostuvo que “nuestra prédica es hacer una gran coalición para ser opción de gobierno a partir de las próximas elecciones”.

El dirigente estuvo ayer de campaña en San Juan y por la tarde participó en un acto en el salón de ATE de la calle Rivadavia junto a la postulante a gobernadora del espacio, Mary Garrido. Definió el frente que lidera como “socialista, ecologista y feminista”.

Sobre uno de los grandes problemas del país, como es la inseguridad, manifestó que “primero que nada hay que tener una política para el 1,5 millón de jóvenes que no trabajan ni estudian. Hay que sacar de esa situación a esos chicos y en segundo lugar hay que romper el cuadro de impunidad y mafia entre el poder político, el judicial y la policía”. Sobre el tema señaló que “tenemos jueces que responden al poder político y políticos que en muchos casos son corruptos, mientras que algunos policías reciben coimas o integran bandas que manejan la droga”.

Bodart propuso “comisarios elegidos por el pueblo, para que haya un control social, y la sindicalización de la tropa para que pueda denunciar los casos de corrupción”. En el caso de la Justicia, sugirió que “jueces y fiscales también sean elegidos por el voto popular, separados de la elección general, para que haya control social”.

El precandidato presidencial se manifestó en contra de la “megaminería” y expresó que sólo ven con buenos ojos “la minería tradicional, la del socavón, porque es evidente que minerales necesitamos”.

Sobre los candidatos opositores, Daniel Scioli y Mauricio Macri, dijo que “son un tren bala al pasado porque los dos están asociados con el período más negro de los ‘90”.