La diputada nacional y referente del GEN, Margarita Stolbizer, llegó a la provincia para presentar su libro “Yo acuso” y para un acto en Jáchal, a un año del derrame de solución cianurada de la mina Veladero. En la entrevista con este diario, criticó con dureza al kirchnerismo porque sostuvo que empezaron a robar apenas llegaron al poder. En lo político dijo que mantiene diálogo con Sergio Massa y con María Eugenia Vidal y no descartó la posibilidad de abrochar un acuerdo con el primero para las legislativas del año que viene, aunque advirtió que no es una definición que se tomará en estos días. Sobre su actual brote de popularidad se lo atribuyó a que la expresidenta la trató de burra y elogió al macrismo porque dijo que respeta a los opositores.

-¿Cómo pudo gobernar el kirchnerismo durante doce años con tantos hechos de corrupción?

-Digamos que hay varias causas. Una es que la Argentina necesitaba volver a creer en alguien y salir de la situación de crisis del 2001 y en eso se beneficiaron porque fueron el Gobierno que venía después. Pero los kirchneristas empezaron a robar apenas llegaron al Gobierno, y contaban en ese momento con el crédito de una luna de miel y Kirchner hizo dos o tres movidas, como fue sobre todo el tema de la Corte, que le dieron a él un rédito mayor. Lo que ocurrió después fue que no tuvieron ningún prejuicio en utilizar el dinero de manera discrecional para comprar voluntades, y eso también tuvo su eficacia, y lo otro fue que cuando no podían coptar metían miedo. Es decir que también utilizaban el poder para perseguir, para disciplinar.

-¿Por qué el acercamiento con Massa?

-Primero digo que tengo acercamientos con todos y lo sostengo porque algunos me dicen que tomo mucho café con Massa y yo respondo que tomo tantos cafés con él como con María Eugenia (Vidal). Y porque además pienso que debe naturalizarse el diálogo entre los políticos que piensan distinto y la gente se pone contenta cuando yo muestro que hablo con uno y con otro.

-¿Pero en qué coinciden?

– Es que formamos parte de un espacio político muy claro, que Massa le llama la ancha avenida del medio, que es donde estamos los que no somos el Gobierno de Cambiemos, pero tampoco somos La Cámpora apostando al fracaso del macrismo. También hay que tener en cuenta que Massa lidera una agenda social muy importante, que es la de los jubilados y del empleo, y es lo que también hace que me sienta identificada con eso.

-¿Puede haber un acuerdo electoral para las legislativas del año que viene?

-No hemos hablado con Massa en ningún momento de la cuestión electoral. Entre otras cosas porque la gente el año pasado votó tantas veces que quedó cansada.

-¿Pero no lo descarta?

-No descarto un acuerdo con Massa para las legislativas del año próximo.

– Sus seguidores en San Juan no se sienten cómodos frente a la posibilidad de un acuerdo porque en la provincia los massistas están cerca de Cambiemos. ¿Usted qué dice?

-Somos absolutamente respetuosos de las realidades provinciales. Además, el año que viene es una elección territorial en la que las alianzas se van a definir dentro de cada territorio y nadie está obligado a sostener una alianza en la que no se sienta cómodo.

-Además de Massa, también se percibe un acercamiento con la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ¿de qué se trata?

-Como ya lo dije, son diálogos institucionales y democráticos y lo que queremos mostrar es que hay que construir esos puentes desde la diversidad.

-¿Puede haber con ella algún proyecto en común para el año que viene?

-No tengo en este momento ninguna agenda de tipo electoral.

-¿Cómo podría sintetizar el espíritu de su libro “Yo acuso”?

-Más que relatar sobre las denuncias que yo he hecho, lo que trata es de hacer una convocatoria a reflexionar como sociedad sobre lo que nos pasó para que no nos vuelva a suceder. El libro intenta proponer un pacto en contra de la corrupción y por una Argentina transparente.

-Ya desde antes del libro venía como con un brote de popularidad, ¿a qué lo atribuye?

-Debo aclarar que no soy yo sino que es Cristina, porque ella salió a decir que yo era burra y mala y eso me puso en un lugar en el que no estaba.

-Recién en agosto el Gobierno nacional tuvo un importante logro en la gestión con la baja en el índice de inflación, ¿cuáles son los logros y los errores de esta administración?

-Creo que lo más acertado ha sido haber instalado un clima distinto, porque por ejemplo yo que estoy en la oposición me siento respetada y escuchada y ese es un clima imprescindible para pensar en un proyecto a futuro. Dentro de lo malo, creo que lo peor del macrismo es cuando hace kirchnerismo, es decir cuando eligen el camino de la ilegalidad. Esto lo vimos cuando intentaron nombrar los ministros de la Corte por decreto y después cuando obviaron las audiencias públicas para modificar las tarifas.

-¿Por qué decidió ir a Jáchal en esta fecha?

-No fue una casualidad, yo vine hace un año y me pareció que era importante volver a acompañar ahora, porque cuando yo vuelvo a Buenos Aires hablo de Jáchal y por lo menos la gente se entera de lo que pasa.

-¿Cuál es su crítica a la actividad minera?

-Creo que el gran problema es la minería como un proyecto extractivista sin instituciones que realmente regulen y controlen. Nosotros estamos en contra de la megaminería a cielo abierto, no de los pequeños proyectos mineros que aprovechan los recursos. El problema es cuando los recursos y las ganancias se van y nos dejan, como dice el Papa, estos cráteres físicos, ambientales y sociales.

-¿Qué papel tuvo Cristina en todas las irregularidades que se están investigando?

-Ella es la responsable principal no solamente por haber sido la jefa del Gobierno, sino que hizo directamente negocios. Lo que expongo en mi libro es el aprovechamiento personal que hizo desde su lugar de funcionaria pública.

-¿Tiene previsto algún contacto con el gobernador Uñac?

-No, nada, de ninguna manera.

-Por lo que le han contado sus referentes locales, ¿qué puede decir de Uñac?

-Creo que es más de lo mismo, con mejores modales tal vez.

-El saneamiento del Riachuelo sigue siendo una gran deuda pendiente, ¿desde su lugar de legisladora nacional qué puede hacer para ayudar a resolver esa cuestión?

-Tenemos una mirada crítica porque durante muchos años no se hizo lo que se debía, pero además se han destinado muchos recursos a ese tema. En este tipo de cosas siempre hay que mirar la posibilidad de que se estén colando episodios corruptos de desvío de fondos públicos, más cuando las cosas no se han cumplido porque entonces alguien se quedó con la plata. Como mínimo hay que investigar si no hay una malversación de fondos. Hoy hay una Justicia Federal que está interviniendo, lo que me parece alentador.