– Antes de asumir, ¿imaginaba que se iba a encontrar con estos casos de corrupción dentro de la Policía?

– No me imaginaba estos casos porque antes no se veían, no saltaban a la luz o no se hacían públicos.

Sabíamos que entrábamos a una Policía donde hay mucha gente que hace las cosas bien y parte que no lo hace tan bien. De eso éramos consientes. Hay estructuras viciadas que vienen con muchísimo tiempo operando y que hoy se están desarmando. Pero bienvenido sea.

“Hay agentes que ingresan a la fuerza sin vocación y los hacen sólo por una salida laboral”.

 

– ¿A qué se refiere con “estructuras viciadas”?

– Por ejemplo, de todas las personas que se han detenido, sobre las que la Justicia se tendrá que expedir, ninguna es recién ingresada a la Policía. Tiene que ver con gente que lleva mucho tiempo en la fuerza y que evidentemente no empezó a hacer mal las cosas ahora, sino que las venía haciendo mal de antes.

 

– ¿Estos hechos de corrupción representan un dolor de cabeza para el Ministerio? 

– No. Porque es parte del trabajo que tenemos que hacer. Hemos establecido un sistema de premios y castigos para que aquel que hace las cosas bien, le vaya bien, pero para el que los hace mal, le tiene que ir necesariamente mal. En función de esto, los policías que han hecho mal las cosas, han sido separados de sus cargos y aquellos que las han hecho bien, que son la gran mayoría, hay un régimen de ascensos que se está respetando. Se ha recompuesto la carrera administrativa dentro de la Policía.

 

– Es una mancha para la Policía…

– Creo que una estructura tan grande ha tenido pequeñas manchas. Por eso no creo que esto sea una gran mancha que recae sobre la Policía, sino que, por el contrario, es una mancha que se le está removiendo a la Policía, en pos de ir transparentándola y que quede sin manchas al fin. 

 

– ¿Qué mensaje cree que queda de todo esto?

– Hay un mensaje que es para la sociedad, que vea que estamos trabajando, lo que estamos haciendo y por más que políticamente o institucionalmente sea poco grato, hay que mostrarlo para que la gente lo note. Pero también esto es un mensaje para la Policía, porque el que haga las cosas bien, le va a ir bien, y el que haga las cosas mal, le va a ir mal. 

 
– ¿Cree que lo ocurrido con la policía puede ser una maniobra política en un año electoral?

– No, porque también ocurrió el año pasado y no fue un año electoral. Sería una locura reprocharle a la Justicia provincial y Federal el hecho de que encuentren algo, sea el tiempo que sea.

 

– La gente dice que no hay vocación en la Policía, ¿cree que es así?

– Al haber mejorado el sueldo, hay mucha gente que quiere ingresar a la fuerza. Hoy tenemos 3.000 inscriptos y entran a la fuerza 500 suboficiales y 65 oficiales. Veo gente con muchísima vocación y, evidentemente, hay gente que ingresa por una salida laboral.

 

– ¿Hubo alguna comunicación por parte de funcionarios nacionales por este tema?

– Cada vez que ocurre algo así, por este y otros temas, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, nos llama. 

 

– ¿Y qué le dijo?

– Que teníamos su total apoyo y lo que necesitáramos, que contáramos con ella. Habló para interiorizarse, para saber cómo estaban las cosas. Nos habló por Gendarmería y la Policía Federal que dependen de ella.

 

– ¿Cómo viene la construcción de la nueva cárcel?

– Si Dios quiere, la semana que viene se está haciendo el llamado a que las empresas manifiesten su interés. Las compañías van a tener un plazo de 60 días para estudiar el tema y esperamos estar licitando el nuevo penal para mediados de año. 

 

– ¿Se vienen más ascensos en la fuerza?

– Este es un mecanismo de reconocimiento para el trabajo de los agentes. El año pasado hubo 1.054 ascensos y en este año van a ser cerca de 800. Esto va a ocurrir a mediados de abril. 

 

– Cambiando de tema, ¿qué va hacer con el tema de las patentes en los cascos?

– Muchas veces se quieren aplicar soluciones en San Juan a cosas que suceden en Buenos Aires. Un caso fue el protocolo antipiquete, al que nosotros nunca adherimos. Para el caso los cascos, necesitamos que se sancione una ley local para poder aplicar ese decreto reglamentario. La realidad es que no lo descartamos. 

 

– Con el sistema de flagrancia, ¿cuándo van a arrancar?

– Hubo mucho avance porque se compró el inmueble y se refaccionó. Las autoridades de la Justicia nos comunican que no quieren avanzar hasta tener todo listo, algo que nos parece muy prudente. Ahora, el miércoles se reúne el Consejo de la Magistratura donde se va a definir el calendario para tomar las entrevistas a los postulantes, que son más de 100 personas.

 

– ¿Cuándo estima que va a comenzar?

– Queremos que se implemente lo antes posible, no depende de mí. La fecha que están manejando en las autoridades de la Justicia es el primero de junio.