Se reunió con jóvenes y productores, mantuvo un encuentro con el gobernador Sergio Uñac y encabezó un acto en la plaza de la Joroba. Esa fue la apretada agenda de ayer de Axel Kicillof, diputado nacional y exministro de Economía de Cristina Kirchner, quien habló con este medio. El hombre que manejó las finanzas del país bajo la gestión de la ex jefa de Estado criticó la administración del presidente Mauricio Macri y resaltó que desde el 2003 al 2015, el peronismo fue kirchnerista, en el que incluyó a José Luis Gioja.
– ¿Cómo ve el kirchnerismo en San Juan?
– Estamos pasando por un periodo de autocrítica, pero lo veo como alguien que toma envión. Obviamente se perdió una elección, pero si Macri hubiese dicho un poquito de lo que iba a hacer, esa elección la ganábamos.
– ¿Coincide que el kirchnerismo en la provincia no tiene una presencia fuerte?
– No. El peronismo versión 2003-2015 fue kirchnerista. Más allá de la relación personal con Cristina, creo que todos los gobiernos que participaron de nuestro partido hicieron kirchnerismo. Eso es algo que se nota claramente entendiendo que el kirchnerismo es peronismo clásico.
– Entonces, la gestión del exgobernador José Luis Gioja también tuvo esta línea kirchnerista…
– Indudablemente, Gioja hizo kirchnerismo. Se trabajó perfectamente bien con su Gobierno y diría “eso es kirchnerismo” lo que se hizo durante ese proceso. Después, obviamente, a escala provincial y a escala nacional hay muchas formaciones que conviven. Y hoy lo que estamos haciendo es reordenarnos en clave opositora y ahora, muy claramente, de cara a una elección. Muy pocos compañeros del peronismo reniegan de la experiencia kirchnerista y no reniegan de lo que han hecho en sus provincias durante el kirchnerismo porque tuvieron responsabilidades.
– ¿Qué le parece la relación que tiene Uñac con el Gobierno nacional?
– Me da la impresión, y no hablo especialmente de Uñac sino de lo que pasa con las provincias, que hay un proceso de deterioro económico presupuestario muy fuerte para todos los distritos. Macri tiene un plan de ajuste y recesivo, con el que se ha perdido empleo, actividad económica, salario y consumo. En 2016, la masa de impuestos coparticipables subió un 28 por ciento y la inflación estuvo arriba del 40. Entonces, cada vez más, las provincias no reciben recursos suficientes y a la vez, les cuesta recaudar porque la actividad económica en sus propios distritos es cada vez más baja, entonces empiezan a depender del gobierno nacional. Macri ha usado esto para presionar a los gobernadores.
– O sea que usted ve la relación de Uñac con el Gobierno como una necesidad…
– Este programa económico genera una dependencia financiera del Gobierno central. Además tienen montado un sistema muy perverso, porque sistemáticamente Macri, a través de su ministro del Interior, apretaba a los gobernadores diciendo que el que no votaba tal ley no iba a recibir recursos, cosa que hizo con Santa Cruz. Macri ha adoptado por la extorsión y con eso, hacer política.
– ¿No ve ciertas posiciones de algunos gobernadores peronistas de despegarse del kirchnerismo, como el caso de Urtubey, de Salta, que inclusive ha criticado a Cristina?
– Cada dirigente es responsable de sus actos, decisiones y de sus dichos.
– Si bien el senador Ruperto Godoy dijo que no era su intención volver a ser candidato, ¿es un postulante potable?
– Sí, por supuesto.
– Cristina dio señales de autoexcluirse de participar de las elecciones, ¿qué le pareció?
– Es una decisión de ella, si mañana dice “doy un paso al costado”, lo hará. Si dice tengo la voluntad, tendrá la voluntad. Lo de Cristina es de una generosidad y de una grandeza pocas veces vista. Lo que dijo es que busca la unidad del peronismo y de un campo político más amplio que el PJ. Incluso está dispuesta a resignar una candidatura si hace falta para lograr esta unidad.
– Para usted, ¿debería ser candidata en Buenos Aires?
– Le transmito algo que me pasó recorriendo mucho el conurbano bonaerense. Lo que pide muchísima gente y una parte importante de la sociedad, y se ve en las encuestas, es que Cristina sea candidata y gane la elección. Entonces ahí la dirigencia tiene que ver cómo se organiza. Lo que aparece claramente es que la candidata que más mide en las encuestas. Aunque diga que se quiere apartar, yo creo que no lo ha dicho de esta manera, lo que uno encuentra es que muchísimos dirigentes ven en ella a la candidata que tiene mayor preferencia de los votantes.
– ¿Randazzo o Scioli?
– En un marco de unidad podemos dejar aparte los nombres y tratar de llegar a acuerdos programáticos más claros. Cuando uno tiene enfrente un proceso político tan agresivo para las capas populares, me parece que no da lugar para ponernos con personalismos, como que yo quiero ser candidato porque me gustan los afiches con mi cara. Eso es lo que no vamos a soportar.