Un nuevo parte médico sobre la salud de Paolo Di Biase da cuenta de que su cuadro se agravó. Según el informe el paciente continúa “en estado crítico, bajo vigilancia en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). Presenta compromiso respiratorio significativo y deterioro progresivo del estado hemodinámico”.

Además, consigna el parte, “las lesiones por quemaduras están mostrando una evolución desfavorable. El pronóstico es malo y se mantiene en constante evaluación por parte del equipo médico” del Hospital Marcial Quiroga.

EL INCENDIO

Todo ocurrió en la mañana del último miércoles en una vivienda en inmediaciones de calle Velázquez y 21 de Septiembre, en Rivadavia. Los voceros comentaron que Di Biase, que tiene tres hijos, se encuentra internado en el Hospital Marcial Quiroga, en el sector de Cuidados Intensivos. Tiene quemaduras de tipo A-B y B que le afectaron el 80% de su cuerpo: espalda, cuero cabelludo, miembros superiores, piernas y rostro. Además, tiene comprometidas las vías respiratorias superiores, por lo que se encuentra bajo ventilación mecánica. Aparte tiene disfunciones orgánicas, incluyendo insuficiencia respiratoria, renal y hemodinámica.

Cuando empezó el fuego, en el lugar se encontraba la hija de 15 años de Di Biase, mientras que él no estaba, ni sus otros dos hijos menores, que se encontraban en lo de su abuela, que vive a escasos metros. Los investigadores comentaron que la adolescente pudo salir por sus medios, mientras que su padre en ese momento llegó y luego se dio la situación por la que se encuentra luchando por su vida.

La esposa de la víctima lanzó una dura acusación, atribuyendo responsabilidad al personal de Bomberos que intervino en el lugar. “Mi marido ingresó acompañado de cuatro bomberos que no se dignaron a darle protección”, dijo la mujer de Di Biase.

Según su versión, cuando Paolo decidió entrar al hogar “ya no había fuego”. Sin embargo, “cuando abrieron una ventana los inoperantes, se encendió el fuego”. La mujer agregó que “de ahí recién se pusieron a poner las mangueras”.

Por otro lado, criticó que la ambulancia demoró 25 minutos, aunque esa información previamente ya había sido desmentida por los pesquisas (dijeron que la tardanza fue de menos de 15 minutos).

“Mi marido queda encerrado en la pieza (de la planta alta). Cuando se prende un colchón, salen corriendo dos policías o bomberos. El colchón queda obstruyendo la puerta de la pieza y queda él con un bombero adentro. Pedía ayuda por la ventana, gritaba que le pasaran agua y recién ahí se pusieron a conectar la manguera de la autobomba”, se quejó la esposa.