“Perro. No digas nada. Le caen a tu sobrino. Van por la Yara. Pa callao. Estan saliendo de acá. No me nombres. La 10ma va para alla”. Cuando Roberto Armando “Coti” Muñoz recibió este mensaje, ni tomó el mate que le alcanzaba su pareja, partió a lo de su sobrino “Marolio” para avisarle y enseguida ese joven y su pareja huían de la casa con algunas cosas cargadas de apuro en un bolso.
Enseguida llegó una veedora judicial con varios policías a la casa de Muñoz en la Villa Miami, en 25 de Mayo, pero de ahí no se movieron, porque en realidad no era al ‘Marolio’ a quien buscaban, sino al propio Muñoz. Tal fue la confusión del dueño de casa que, aferrado al mensaje trató por todos los medios de hacer entender que él no tenía nada que ver. Hasta dijo en voz alta que había sido el agente Benito Azcurra, de la seccional 32da. quien le había avisado.
Entonces se encendieron las alarmas. Y fue la propia jueza de Paz de 25 de Mayo, Graciela Rodríguez, quien denunció esa anómala situación ocurrida el 11 de agosto del año pasado, cuando ordenó detener a Muñoz porque su pareja lo había denunciado por violencia doméstica.
Este lunes Azcurra debía enfrentar la primera audiencia del juicio oral y público por esa ‘soplada’, pero no se presentó y entonces el fiscal coordinador, Iván Grassi, (UFI de Delitos Especiales) pidió al juez Andrén Abelín, que lo declare rebelde y lo detenga, dijeron fuentes judiciales. La recolección de pruebas ordenada por el fiscal Grassi, y la ayudante fiscal Victoria Martín (UFI De Delitos Especiales), les permitó confirmar la sospecha de que había sido ese agente de la seccional 32da, quien avisó al ‘Coti’ Muñoz.
Y para la propia denunciante empezó a tener bastante explicación, porqué cada vez que iba a la seccional 32da. a denunciar a su pareja por violencia, un policía ‘morochito, flaquito’, la atendía y le decía que ya iban a citarlo. Pero eso nunca ocurría y, encima, cada vez que volvía a su casa Muñoz ya sabía que había ido a denunciarlo y la golpeaba como represalia.
Azcurrra iba a empezar a ser enjuiciado este lunes por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes a su cargo, delitos por los que Fiscalía buscará una pena de 2 años en suspenso y el doble de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
El defensor, Martín Zuleta, buscará derribar la acusación.
El agente Benito Andrés Azcurra (36) será enjuiciado por abuso de autoridad y no cumplir sus deberes de funcionario. Fiscalía buscará que sea condenado.