La jueza de Garantías Ana Carolina Parra dictó tres meses de prisión preventiva domiciliaria para una policía acusada de estafar a una mujer que le alquiló una casa. Se trata de una agente llamada Yamila Micaela Leites (32), cuyo último destino fue el Comando Radioeléctrico Central, quien actualmente está suspendida de la Fuerza por otra causa que tiene por falsificar la firma de una médica y usar su sello en un certificado para justificar su ausencia en el trabajo. Por ese hecho fue condenada (ver aparte).

Esta vez, el fiscal Eduardo Gallastegui había pedido 4 meses de prisión preventiva. La defensora María Filomena Noriega había solicitado la libertad o que quedara detenida en el domicilio de su madre, opción que decidió la jueza.

Según la acusación, Leites estafó a una mujer que le alquilaba una casa en Albardón. En marzo acordaron el contrato y estipularon que la inquilina, que se mudó en abril, debía abonarle $60.000 por la mitad de ese primer mes y luego $120.000 mensuales. El problema fue que, según la denuncia, Leites envió comprobantes de las supuestas transferencias, pero la plata nunca llegó a la cuenta de la propietaria.

Tras recibir la denuncia, en la UFI Delitos Informáticos y Estafas se pusieron a investigar y descubrieron que las transferencias no habían sido hechas y que los comprobantes eran falsos. Al menos esa es la acusación que pesa contra la agente por la que fue detenida el pasado miércoles. Este viernes fue imputada formalmente a la causa y, además de convertir la simple detención en prisión preventiva, la jueza ordenó el desalojo de la acusada de la casa que alquilaba y que cumpla la domiciliaria en lo de su madre.

CERTIFICADO FALSO

Fue la apariencia burda del certificado, incluso con algunos rayones, lo que instaló la sospecha y dio paso a una averiguación en la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión, para determinar si era o no cierto que la agente Leites había atravesado un cuadro de “gastroenteritis aguda” y que una médica le había dado cuatro días de reposo, a contar desde el pasado 19 de enero. Tan completa resultó esa investigación que el 20 de septiembre se vieron obligados a poner la denuncia en la UFI de Delitos Especiales, ante la sospecha de que la propia policía había confeccionado ese certificado, claro está, sin la participación de la médica que decía haberla autorizado a tomarse cuatro días en su trabajo, por entonces en el Comando Radioeléctrico Central.

Una de las pruebas más comprometedora para esa joven, fue una pericia caligráfica entre los grafismos del certificado que presentó y su propia letra, pues la joven “aceptó aportar su escritura” para realizar ese examen.

El resultado fue contundente. Ella misma había escrito: “Paciente de 31 años cursa con coliquicos agudos adbominales agudos se requiere 4 (cuatro) días de reposo por una gastroenteritis aguda (sic)”, adicionándole sello y firma de una médica de apellido Quiroga.

La segunda evidencia comprometedora para la agente fue el testimonio de esa médica, que declaró no conocerla ni haberla atendido en la Clínica Santa Clara, donde supuestamente concurrió a verla. La profesional tampoco reconoció como suyos el sello y la firma del certificado.

Por el delito de falsificación de instrumento privado, posteriormente fue condenada a 6 meses de prisión condicional (sin encierro).