Un hombre, que trabajaba como remisero, fue asesinado a golpes en Merlo. Por el crimen, hay tres sospechosos detenidos. Diecisiete años atrás, su padre recibió una golpiza durante un robo y murió.

La víctima fue identificada como Alfredo Hernán Herrera, de 41 años, quien trabajaba para la agencia Remis Plaza, ubicada en la calle Antofagasta al 100. Desde allí salió el pasado jueves con tres pasajeros, que luego se convirtieron en sus asesinos.

De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio bonaerense Infocielo, tiempo después de comenzar el viaje, su cuerpo fue encontrado en la calle Loyola al 4.900, en la localidad de Mariano Acosta.

La Policía tomó conocimiento de lo sucedido por un llamado que alertaba sobre la presencia de una persona fallecida. De esta manera, un equipo del Comando Patrulla se hizo presente en el lugar y, al llegar, se encontraron con el cadáver de Herrera con una mancha de sangre en el rostro y hematomas que daban cuenta que había sido brutalmente golpeado.

Vestía una remera gris, una campera y un joggin azul. A su vez, no contaba con objetos de valor y se encontraba descalzo. Por esto mismo, la principal hipótesis de la Justicia es que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Al respecto, algunos vecinos contaron que vieron a tres hombres escapar rápidamente a bordo de un Renault 19 azul, cuya patente terminaba en 203.

En el caso intervino la Fiscalía N°3 de Morón, en manos de Eugenia Saavedra y Luciano Bustamante, quienes dispusieron que la Policía Científica realice las pericias correspondientes en el lugar. Una vez recolectadas todas las pruebas, el cuerpo fue trasladado a la morgue para la realización de la autopsia. Luego, la causa quedó en manos de los fiscales Mario Ferrario y Valeria Courtade.

El informe de la necropsia señaló que el causal de muerte fue un fuerte golpe en el cráneo, por lo que los investigadores plantearon la posibilidad de que el remisero haya sido agredido con un objeto contundente y, al percatarse de que no tenía signos vitales, los delincuentes descartaron el cuerpo con el auto en movimiento.

En línea con lo publicado por el medio local El1 Digital, la fiscalía logró identificar a los sospechosos gracias al análisis de las cámaras de seguridad de la remisería donde Herrera trabajaba. El material fue proporcionado por el dueño del local, quien incluso comentó que conocía a uno de los sospechosos.

Se trata de Ulises Ezequiel Amaya, un joven de 23 años que cuenta con una larga lista de antecedentes penales; Diego Fedes, de 25; y Miguel Miranda, de 39.

De esta manera, la Policía dio con su paradero en la tarde del jueves. En la vivienda en donde los detuvieron, encontraron también el auto que conducía Herrera. Todos fueron imputados por el delito de robo agravado por ser cometido en poblado y en banda en concurso real con homicidio criminis causae.

Una familia marcada por la inseguridad
La inseguridad afecta en menor o mayor medida a todos, pero a los Herrera los tocó de cerca en dos oportunidades. El 2 de julio de 2007, el padre del remisero murió tras ser brutalmente golpeado durante un robo.

Pese a que este crimen sucedió hace exactamente 17 años, aún no hubo justicia. “Por favor les pido que no quede en la nada como lo de mi viejo”, expresó el hermano de la víctima en diálogo con Primer Plano Online.

Sobre la detención de los asesinos del remisero, el hermano de la víctima precisó que “estaban los tres vestidos hasta con la misma ropa”. “Lo único que habían hecho era cambiar la patente del auto”, agregó.