“Perdón por todo. Perdón por hacerlos vivir esto”, fueron las palabras que le dijo “Alito” a su abuelo Alejandro López cuando logró despertarse de una operación que le salvó la vida e inmediatamente, se fundieron en un abrazo. En diálogo con este medio, el abuelo del reconocido deportista de patín carrera de 19 años contó cómo fue el ataque que recibió pero que tratan de no hablar con nieto al respecto porque se pone muy nervioso.

“Yo creo que aún tiene pesadillas de lo que vivió por eso trato de no tocarle el tema, yo lo único que quiero es que se recupere. Podría haberlo matado y ahora estar llorando en otra situación”, expresó.

Alexander Ramírez López es un joven que desde que aprendió a caminar se subió a unos patines y siempre dio qué hablar por sus habilidades sobre ruedas. Especialista en las pruebas de velocidad, campeón argentino en categoría menores y convocado varias veces a la Selección Argentina, estuvo a punto de correr con la Albiceleste pero la pandemia obligó a suspender un Sudamericano, que se realizó un año más tarde y una lesión lo dejó afuera del equipo. Su última competencia oficial fue en el Campeonato Argentino de Federaciones en Neuquén donde estuvo entre los cinco mejores del país en la especialidad de velocidad.

Pero ahora no es noticia por haber ganado una medalla o haber sido llamado al equipo nacional, su nombre resonó en los pasillos del hospital porque se trataba de un muchacho que recibió una golpiza que podría haber acabado con su vida. Alito, como le dicen cariñosamente desde que nació, cenó con sus abuelos el viernes y junto a un amigo salió de su casa, según lo que pudo relatar Alejandro López.

“Nos dijo que allá se iba a encontrar con más amigos y lo que me dijo el grupo con el que salió es que cuando terminó todo, caminaron hacia calle España para tomar el colectivo”, destacó. Alito había estado con sus amigos en un boliche de la zona de avenida Libertador y Ameghino, en Capital.

Aparentemente, detrás de ellos venía otro grupo de amigos, que comenzaron a provocarlos. Uno de los amigos de Alito contestó y ahí desencadenó el cruce entre ambos bandos. Al parecer, el patinador en un principio no era el objetivo de los agravio pero  habría intentado defender a uno de sus amigos y ahí es cuando el principal agresor golpeó al deportista. “Me dijeron sus amigos que le dio una piña en la cabeza que lo tiró al suelo y lo dejó inconsciente. De ahí también me contaron que le siguió pegando y hasta frenaron una patada en la cabeza que podría haberlo matado”, expresó apenado Alejandro.

Al ver a Alito en el suelo sin moverse, sus amigos llamaron al 911 y sus familiares. “Le llamaron a mi hijo y él nos despertó. No lo podía creer. No lo puedo creer. Es horrible lo que estamos viviendo porque rogamos que con el paso de las horas evolucione y no haya otra mala noticia”, resaltó.

El patinador fue asistido por una ambulancia que lo llevó hasta el Servicio de Urgencias del Hospital Rawson e inmediatamente ingresó a quirófano porque sufrió hundimiento de cráneo. Tras la operación exitosa, pasó a Terapia Intensiva, donde está con un drenaje y tiene que permanecer quieto porque las lesiones que tiene en la cabeza es de gravedad.

Con el correr del tiempo, Alito mejora y sus familiares se han concentrado en su evolución. “Ya tendremos tiempo de pedir justicia. Estamos destrozados. Mi nieto me agarró la mano y me pidió que no lo dejara solo. Está aterrorizado. Le pegaron como para matarlo y él ni sabe pelear, nunca se ha peleado con nadie”, dijo con la voz quebrada Patricia Noroña, su abuela.

El abuelo de Alito indicó que cuando la Policía llegó dejó ir al agresor, quien ya está individualizado por el grupo de amigos y en las redes sociales está “escrachado”. Aseguran que es experto en artes marciales y que los golpes que le propinó al patinador fueron “certeros”. “Andá, tomatelas de acá, le dijeron y lo dejaron que se escape”, sostuvo Alejandro.

Finalmente, el deportista pide por sus abuelos permanentemente, ya que son sus “padres” hace varios años y ruega no quedarse solo por miedo. Su familia se enfocan en su recuperación mientras confían en que la justicia actúe como corresponde.