La vida de Miriam Beatriz Seronello fue dramática desde el tristemente célebre “El loco del sifón”, Eduardo Villavicencio, asesinó a su pareja golpeándolo con un sifón y a ella la sometió sexualmente en la misma cama. Y el final de esta mujer de 61 años que llegó a esta etapa de su vida ciega y con trastornos psiquiátricos, absurdo: murió el pasado viernes luego de atragantarse con comida, confirmaron fuentes policiales y judiciales.

Todo ocurrió en su casa de Rawson, mientras comía se ahogó y asfixió, según relató su hija a los fiscales de la UFI Delitos Espeicales.

La mujer comía una banana, pero creen que por lo frágil de su salud no pudo masticar bien y se atragantó.

Seronello tuvo un antes y un después después de aquel crimen de su marido y posterior violación. Su reclamo fue airado y empezó a sufrir trastornos mentales que marcaron su vida para siempre. Fue una de las que más luchó para el Villavicencio no salga de la cárcel a pesar de que el criminal podía acceder a beneficios de salidas transitorias.

Cada vez que la historia de “El loco del sifón” estaba en los medios de comunicación, aparecía Seronello para revivir su calvario y exigir que no ese hombre que le arruinó la vida pise la calle.