El exintendente de Caucete, Julián Gil, fue condenado este viernes por el delito de encubrimiento en dos casos de abuso sexual. La sentencia establece que Gil no cumplirá pena de prisión efectiva.

El tribunal determinó que Gil, en su rol de abogado, había actuado en ambos casos para proteger a un acusado de abuso sexual, lo que llevó a su condena por encubrimiento.

El abogado en uno de esos casos consiguió el sobreseimiento de su cliente, luego de pagar de su bolsillo $6.000 y conseguir otra suma de unos pagarés que le hizo firmar en la cárcel de Chimbas al sospechoso, para que con ese dinero la víctima (en ‘estado de vulnerabilidad económica’, según la pesquisa) se contradijera y terminara imponiendo su contraversión de que lo había denunciado por bronca, porque estaba saliendo con otra mujer.

Y la principal prueba en su contra era una grabación en celular de una chica de 16 años a la que también habría querido convencer de que desistiera de acusar a su cuñado. En ese registro, el propio Gil habla del caso en el que consiguió el sobreseimiento a cambio de dinero a la denunciante, y parece sugerir que no era la primera vez que lo hacía, dijeron fuentes judiciales. Así comenzó la investigación judicial que desembocó en que Gil fuera detenido anteayer en el edificio de Tribunales.

La jueza Gloria Chicón homologó el acuerdo de juicio abreviado entre la defensa de Gil, a cargo de Mario Morán, y la fiscalía, con Francisco Micheltorena al frente, para sentenciar una pena de un año de prisión condicional. Con una sonrisa en el rostro y sin hacer declaraciones, Gil recuperó la libertad.