En la madrugada del jueves pasado, 20 de febrero de 2025, una mujer fue agredida físicamente por su exsuegro en la esquina de su casa, cuando había salido a comprar una bebida en un kiosco de la zona.

El acusado, Mario Walter Molina, se encontraba en el lugar cuando vio a la víctima y comenzó una discusión. Según la investigación, el hombre creía erróneamente que tenía una prohibición de acercamiento, cuando en realidad solo se le había impuesto una restricción de actos turbatorios hacia la mujer y su esposa.

En medio del intercambio de palabras, Molina perdió el control y la golpeó. La víctima cayó al suelo, golpeándose la pierna con un cantero, y luego recibió patadas en el rostro. La escena fue presenciada por vecinos de la zona, quienes dieron aviso al 911.

Minutos después, la policía llegó al lugar y detuvo al agresor. La Unidad Fiscal de Investigaciones CAVIG tomó intervención en el caso y dispuso que la víctima fuera trasladada para radicar la denuncia y realizarse los exámenes médicos correspondientes.

Tras el proceso judicial, se resolvió otorgarle a Molina la suspensión de juicio a prueba por el término de un año. Como parte de las condiciones impuestas, el acusado deberá pagar $20.000 como reparación simbólica para merenderos en un plazo de 30 días, realizar 40 horas de trabajo comunitario en seis meses, asistir a un taller de vínculos saludables y mantener la prohibición de contacto con la víctima.