Luego de recibir una pena de un año de prisión condicional por abusar sexualmente de una compañera de trabajo, el periodista y exfuncionario caucetero Wilfredo Romero publicó en su cuenta de Facebook un descargo en el que afirma que “los hombres somos condenados por ser hombres, nadie nos cree”.
“Tengo la conciencia tranquila. Ustedes me conocen. Mi lucha recién comienza y no voy a parar hasta que la verdad triunfe. ¡Gracias a todos por acompañarme en este momento tan injusto y duro para mí, pero en especial para nuestra familia! ¡Que la verdad triunfe!”, escribió en el posteo, en el que incluyó una imagen con el extenso descargo.
“Hoy fui condenado por algo que nunca ocurrió”, comienza. Y sigue: “En política, las falsas denuncias son usadas para quitar del camino a quienes no aceptamos la corrupción. Los hombres somos condenados por ser hombres, nadie nos cree. Mi lucha por la verdad recién comienza, y quienes me conocen saben que jamás cometí, ni cometería el hecho por el que se me condena. No fui juzgado por un hecho, sino por mi manera de pensar y de actuar con honestidad. Aún así, seguiré luchando hasta que la verdad salga a la luz. Quienes me conocen saben de mi hombría de bien, saben quien soy”.
Cierra: “Aunque he perdido una batalla, no perdí la fe, ni la esperanza. ¡Gracias a todos por el apoyo! No bajaré los brazos, sé que la justicia llegará. La justicia puede tardar, pero la verdad siempre sale a la luz”.
Cabe recordar que durante el juicio, la defensa de Romero siempre alegó que la denuncia era parte de una conspiración política y que no hubo abuso. Sin embargo, el juez Alberto Caballero resolvió a tono con el pedido de Fiscalía y lo declaró culpable.
El hecho denunciado ocurrió el 10 de marzo del año pasado, cuando la víctima, una funcionaria, estaba a punto de salir de su oficina en el segundo piso de una sede municipal, en Rawson y Diagonal Sarmiento, Caucete. Según su relato, Romero la retuvo de manera agresiva, tocándola de forma inapropiada mientras intentaba mantenerla en la oficina. Tras reaccionar y empujarlo, la mujer observó que el acusado tenía su pantalón mojado, lo que añadió un elemento perturbador a su testimonio.