El músico acusado de matar a su vecino fue absuelto este lunes por el beneficio de la duda. Se trata de Luis Darío Endrizzi (35), quien estaba señalado de haber matado para robarle a su vecino, el jubilado Carlos Crespillo (79), en la siesta del 7 de diciembre pasado, en la casa de la víctima en Villa Nueva Argentina, Chimbas.

Los jueces Matías Parrón, Eugenio Barbera y Celia Maldonado, de manera unánime, resolvieron absolver a Endrizzi por el beneficio de la duda y dictaron su libertad.

El fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi pedían perpetua para el imputado. Mientras que la defensora Paola Miers solicitaba la absolución arguementando que no existían pruebas contundentes para decretar la culpabilidad de su cliente.

El cadáver de Crespillo, ya putrefacto, fue hallado por su sobrino tres días después, el domingo 10 de diciembre sobre las 14. Fiscalía sostenía que Endrizzi forzó la puerta de ingreso en la casa de Crespillo, lo atacó a golpes, lo estranguló hasta la muerte. Y luego buscó desviar la atención de los pesquisas hacia un posible suicidio porque había colgado un cinto de una viga.

La defensora Paola Miers, en una audiencia previa al inicio del juicio, había buscado apartar al fiscal Grassi y al ayudante fiscal Maximiliano Gerarduzzi, por considerar que no habían actuado con objetividad y habían centrado la investigación solo en su cliente, cuando aún cabe sospechar del sobrino de la víctima y la pareja de ese joven. O porque habían acomodado a su arbitrio -dijo- el día y la hora del crimen, siendo que habían testigos y la opinión de expertos sobre la posibilidad de que hubiera muerto el viernes. Es más, habló de ‘odio y enemistad’ de Grassi contra su cliente.

LAS PRUEBAS DE FISCALÍA

Para Fiscalía, fue Endrizzi quien mató al jubilado para robarle la plata que había sacado de un banco (unos $365.000), porque el mismo 7 de diciembre por la tarde, llamó al banco y no superó la prueba de seguridad cuando preguntaba sobre el dinero de las cuentas del jubilado. También, porque confundió un certificado de un plazo fijo con un cheque, hizo una foto del documento en una mesa de su casa y la mandó a un amigo para consultarle.

Otras pruebas en su contra son, según Fiscalía, que tuviera en su poder y usara la tarjeta SUBE del fallecido luego del crimen, que se comprara de contado un costoso bombo cuando su situación económica no daba para eso. Que secuestraran de su casa las fajas del banco para envolver los billetes que extrajo la víctima. Cámaras de seguridad. O la geolocalización de su teléfono.

Ahora el MPF puede reclamar ante un tribunal superior.