La noticia de la desaparición y muerte de la turista alemana Julia Horn mantuvo en vilo a San Juan y al país durante los últimos cuatro días. Este lunes al mediodía, los rescatistas a bordo del helicóptero provincial dieron con el hallazgo del cuerpo sin vida de la joven de 19 años en un sitio prácticamente inaccesible. Tanto, que los investigadores y quienes están a cargo del operativo rescate creen que bajar el cuerpo de allí llevará varias horas, sin afirmar que pueda suceder durante este lunes.

En ese sitio ocurrió una tragedia hace casi 15 años atrás donde un operario de una empresa de telefonía murió, según consta en los archivos de DIARIO DE CUYO. El hecho ocurrió en 20 de noviembre de 2009 en la Sierra Chica de Zonda, en el departamento Rivadavia. Un obrero perdió la vida al caerse por un barranco y a diferencia del triste final de la jovencita alemana, en ese momento el obrero se encontraba con un compañero y eso fue clave para el rescate.

José Luis Acosta (46 años en ese momento) y Hugo Walter Rodríguez (40), se toparon con la muerte en lo alto de los cerros que bordean el Autódromo El Zonda Eduardo Copello. El primero de ellos no salió con vida y el otro fue rescatado deshidratado y con apenas unos raspones, gracias a la ayuda de los policías de Bomberos y del Geras. Ambos conformaban la cuadrilla de la empresa de cable Supercanal que fue a regular una antena repetidora instalada en una cima. José Luis Acosta y Rodríguez eran los encargados de subir y mover la antena. Otros dos se quedaron abajo a calibrarla con los equipos.

Acosta era santafesino, llevaba en ese momento 20 años en la empresa. En San Juan conoció a su actual esposa y vivía en Rawson. Él como su compañero habían hecho otras veces esa tarea. Según versiones policiales, los dos subieron por “El Cable Carril” y tomaron ese sendero que es muy angosto en algunos tramos hasta llegar frente al autódromo, explicaron otros empleados. Llegaron sin problemas y movieron la antena. Pasadas las 12, ya estaban descendiendo. Personal de Supercanal contó que Rodríguez supuestamente iba adelante y en un momento escuchó cuando Acosta gritó. Al darse la vuelta vio que se precipitó por un barranco y quedó como a unos 60 metros abajo. Ahí sintió sus gritos: “ayudame Hugo, ayudame”, según relató después Rodríguez a otros compañeros. Todavía lo veía, pero a los segundos Acosta cayó de nuevo y ya desapareció de su vista y no lo escuchó más. Rodríguez quiso descender con una cuerda para ayudar a Acosta, pero se resbaló y quedó atascado en un precipicio, dijo la policía. Por suerte tenía un teléfono satelital, eso le permitió pedir ayuda.

Operario-muerto-728x552
La infografía del sitio de la tragedia. Archivo DIARIO DE CUYO noviembre de 2009.

A las 13 de ese 20 de noviembre, comenzó el operativo de Bomberos, el grupo Geras y la Seccional 13ra. Los rescatistas luego encontraron muerto a Acosta, producto de los golpes. El comisario mayor Miguel Castro, jefe del Dirección de Operaciones, dirigió las tareas para bajar primero a Rodríguez, lograron bajarlo a las 17 y fue llevado al Hospital Rawson. El rescate del cuerpo de Acosta se demoró teniendo en cuenta lo complicado e inaccesible del lugar, en un principio intentaron bajarlo por el autódromo, pero no se pudo y optaron por el camino más largo y seguro que fue por  “El Cable Carril” y se dio un día después.

Este lunes, casi 15 años después, el mismo escenario en el límite montañoso entre Rivadavia y Zonda se tiñó de tragedia. El cuerpo de la jovencita alemana fue visualizado desde la toma aérea del helicóptero provincial y aún se desconoce cuántas horas demorarán en rescatar el cuerpo desde allí. Se encuentra en “caída libre”, en un socavón y a unos 30 metros del sendero, por eso creen que el rescate se llevará a cabo escalando.