Celeste Lorena López, la mujer de 44 años señalada por agredir a una vecina de Pinamar en el golf de esta ciudad balnearia, fue detenida el viernes por la noche en su domicilio y trasladada a la DDI de Villa Gesell por orden del juez David Mancinelli. No es un escenario alentador el que afronta la mujer: el fiscal Juan Pablo Calderón la acusó del delito de homicidio en grado de tentativa contra Silvia Lopresti, de 61 años, que paseaba con una amiga dentro del campo deportivo.

Es decir, para el investigador, en principio, López intentó asesinar a Lopresti y no lo hizo porque apareció un vecino que, mientras filmaba, detuvo agresión. La acusada estaba acompañada por Mariano Girini (62), dueño de la farmacia Golf de esta ciudad balnearia, quien de momento no fue imputado por el fiscal Calderón.

López tendrá la oportunidad de declarar como imputada este sábado a la tarde. Calderón, titular de la Unidad Fiscal 4 de Pinamar, tomó la decisión de detenerla después de tomarle declaración testimonial a la víctima el último jueves y revisar las pruebas y certificados médicos. Lopresti presentó lesiones leves pero tiene estudios neurológicos en curso porque le habrían quedado secuelas psicológicas y traumáticas.

“Los golpes que recibió fueron todos en zonas vitales: en la cabeza, el cuello, los hombros y la agresora cesó su ataque porque intervino un vecino que empezó a filmar, de modo que de no haber estado este hombre podría haber continuado con la agresión, quien sabe hasta matarla”, explicó a Infobae una fuente con acceso al expediente.

Según reconstruyeron hasta ahora los investigadores, López le partió un palo de golf en la cabeza a Lopresti y después sacó otro y siguió pegándole. Por eso el fiscal Calderón interpretó que la agresora estaba buscando algo más que la lesión: matarla. Una fuente judicial explicó que el delito de homicidio en grado de tentativa requiere que alguien cese por razones ajenas a su voluntad. Y eso fue lo que habría ocurrido en este caso. La intervención del vecino fue determinante para que Lopresti salvara su vida.

A partir de los relatos de la víctima y las lesiones que presentó, los investigadores incluso quedaron sorprendidos con el ensañamiento. “Era una mujer grande, quedó noqueada, no sé qué le pasó por la cabeza a López”, interpretó alguien que vio el expediente. El hombre que la acompañaba no pegó ni amagó a pegar pero participó de los insultos.

“Vayan a tomar mate al conurbano, esto no es Ostende”, es lo que le habrían gritado López y Girini a Lopresti y su amiga. Ostende es una localidad dentro del municipio de Pinamar donde vive la mayoría de los trabajadores de la ciudad, especialmente los obreros de las construcciones de las casas en las zonas de clase alta del balneario.

López fue detenida el viernes por la noche en su casa de Pinamar, en un barrio conocido como B5. Del domicilio, por orden del juez Mancinelli a pedido del fiscal Calderón, se secuestraron 32 palos de golf, un guante para la práctica de este deporte, un pantalón y una chomba. Es la ropa que, según los videos, usó la acusada durante la agresión.

Según contó una fuente policial a este medio, el fiscal buscaba el palo que López le partió en la cabeza a Lopresti pero, en principio, no estaría dentro de la bolsa secuestrada por lo que se sospecha que se deshicieron del elemento, clave para las pericias que podrían comprometer a la acusada. “Si no está ese palo partido, es un indicador más del hecho”, explicó la fuente.