Héctor Adaro, el gendarme que por el momento está suspendido de la fuerza, fue condenado por el delito de abuso sexual tras haberse acreditado que abusó mediante manoseos a dos menores, hijos de otros miembros de la fuerza. En juicio oral y público, el gendarme fue condenado a 4 años de prisión efectiva en el Servicio Penitenciario Provincial.
La investigación iniciada en el año 2023, logró determinar cómo sucedieron los hechos. Adaro era compañero de los papás de los niños víctimas. El mismo vivía en Barreal, departamento Calingasta y era vecino de las familias de los dos menores.
En ese contexto, cuando uno de los menores tenía entre 6 años de edad, y en al menos 3 oportunidades, aprovechando que el menor se acercaba hasta su casa, lo llevaba hasta el taller que tenía en la casa y le tocaba sus partes íntimas.
En cuanto a la segunda víctima, el hecho ocurrió cuando la niña tenía entre 5 y 6 años de edad. La menor concurría en horario de tarde o de noche al domicilio del acusado y aprovechando estas circunstancias en reiteradas oportunidades, el sujeto llevaba a la niña a la habitación que compartía con su esposa y le tocaba sus partes íntimas.
Fue la jueza Celia Maldonado quien lo declaró culpable por los delitos de abuso sexual simple reiterado en perjuicio de una menor y un menor y lo condenó a la pena de cuatro años de prisión de cumplimiento efectivo en el Servicio Penitenciario Provincial pero en libertad hasta que quede firme la sentencia.