Un terrible caso de violencia de género tuvo sentencia este martes aunque el violento continuará en libertad. El sujeto identificado como Marcos Sebastián Ponce, agredió y golpeó a patadas a J.C. la madre de sus dos hijos y delante de los pequeños, además de romperle el celular tras una fuerte discusión.
El hecho ocurrió el pasado 25 de diciembre a las 6 de la mañana. La discusión se inició cuando los dos pequeños hijos abrían los regalos de Navidad. “Ya no me valoras, es verdad lo que dicen todos, yo no valgo nada, ya no queres estar conmigo”, expresó Ponce. La mujer cansada de las discusiones de siempre le respondió: “Si te queres ir andate, vos no me arruinas una fiesta más”. Ponce le respondió: “Ya me estás corriendo, me voy a ir después”, le contestó mientras se acostaba en la cama de su hija.
Fue ahí que la mujer le dijo: “No, te vas ya, quiero que te vayas”. Fue ahí que él se puso violento, se levantó de la cama, agarró el teléfono de la denunciante se lo sacó de las manos dejándole marcas en el antebrazo, y lo tiró varias veces al suelo, destruyéndolo. Luego le dio un empujón, la mujer cayó al suelo boca arriba, el sujeto le pegó una patada en la boca del estómago. Sin frenar su violencia, la pisó en la cara en la altura de la boca, y cuando le iba a pegar otra patada la mujer corrió la cara, pero recibió otra patada en la cara a la altura del mentón.
Ponce salió de la casa, mientras la damnificada en el suelo, no lograba ponerse de pie y sus hijos que habían observado todo le pedían que no la golpeara más. El agresor volvió a ingresar a la casa mientras le gritaba que se fuera que era un golpeador. Ponce tomó su bicicleta y se retiró de la casa.
Este martes en juicio abreviado se condenó a Marcos Sebastián Ponce por el delito de lesiones leves agravadas por el vínculo y en un contexto de violencia de género, y también por el delito de daño condenándolo a cumplir 6 meses de prisión condicional y distintas reglas de conducta por el plazo de 2 años.