El juez de Flagrancia Carlos Lima absolvió ayer a Y.T.M (25), la mujer que fue acusada de atacar a golpes y amenazar con dos cuchillos a su expareja, S.G.A (31). Ahora bien, dentro del paquete de medidas que resolvió el magistrado figura una mala para la joven: la tenencia del hijo de 6 años de la pareja quedó a cargo de él, puesto que durante el juicio la acusada reconoció que tiene problemas de adicción a las drogas.
El fallo fue bien recibido por los defensores de Y.T.M, Horacio Merino y Omar Quiroga. En sus alegatos habían solicitado que se considerara inimputable a su clienta, ya que entendían que no comprendía lo que hacía por las condiciones en las que se encontraba cuando ocurrió la discusión, a eso de las 9.30 del sábado 25 de enero pasado.
El juez Lima no dio lugar a ese planteo, pero resolvió absolverla: "No encuentro elementos para condenarla, no se rompió su principio de inocencia", dijo ayer en la sentencia, escuchada con atención por el fiscal Roberto Mallea, quien había pedido que la castigara a 2 años de prisión condicional (sin encierro) por los delitos de lesiones leves y amenazas agravadas por el vínculo.
Para el magistrado quedó probado que las amenazas no se configuraron, pues cuando la supuesta víctima declaró, dijo que nunca tuvo miedo cuando la joven tomó los cuchillos y que en todo momento pensó que ella sería incapaz de hacerle un daño. Respecto a las lesiones (excoriaciones que le demandaron 10 días de recuperación), S.G.A había dicho que su ex le dio tres golpes de puño en la espalda. Pero para el juez no quedó acreditado que ella se las provocó y hasta sugirió que las lesiones las podría haber sufrido cuando abrió de un empujón la puerta de la habitación donde la acusada se había encerrado después de la discusión. Allí junto a los policías que llegaron por el llamado de vecinos la encontraron con un cable atado al cuello y lograron salvarla.
La pareja inició una relación sentimental hace 8 años, pero hace uno y medio cortaron. Sin embargo, acordaron que seguirían viviendo en la misma casa, en la Villa Obrera, Chimbas. Esa noche, el hombre se quedó cuidando al hijo de 6 años que tienen en común y ella supuestamente se iba a su trabajo como niñera. Tenía que regresar a las 5 para que él pudiera ir a trabajar (es albañil), pero regresó después de las 9. "Se me pasó la hora porque venía pasada de cocaína y alcohol", reconoció la acusada, quien manifestó que en realidad estuvo en la casa de su nueva pareja junto a él y unos amigos. El hombre le recriminó la hora a la que había llegado y allí se inició la discusión, en la que según la acusación fiscal, la chica hasta le tiró con un ventilador de pie al denunciante.
La joven ahora deberá tratar sus problemas de adicciones, "para que luego pueda revincularse de una manera saludable con su hijo", dijo el juez. El padre (que ahora se fue a vivir con su madre a un domicilio de Chimbas), se encargará del cuidado del menor, aunque ella tendrá un régimen de contacto a acordar. El magistrado además le impuso una prohibición de acercamiento de ella al ex de 300 metros a la redonda. El grupo familiar por otro lado deberá someterse a un programa de abordaje terapéutico.