El empresario Hugo José Naranjo volvió a la carga con sus planteos para ser desligado para siempre de un caso que lo tiene como sospechoso hace 14 años y medio: en febrero de 2009, lo denunciaron por fraude, pues la firma "Escobar Sacifi" entendió que se quedó ilegalmente con una empresa de ese grupo, "Campo Fértil", un emprendimiento para cría, faenamiento y comercialización de cerdos apostado en un terreno de 71,5 hectáreas en 9 de Julio.
Cayetano Dara, abogado de Naranjo, reiteró su pedido en la Sala I de la Cámara Penal, para que su cliente sea sobreseído porque ya venció el plazo de 6 años para investigarlo y sentenciarlo (ese es el máximo de la pena para la estafa), sin que en ese tiempo ocurriera alguno de los cinco actos que interrumpen el plazo de prescripción. Además, invocó normas de pactos internacionales a los que adhirió Argentina, en los que se contempla el derecho de todo imputado a obtener una decisión de la justicia en un "plazo razonable", informó ayer Dara.
Días atrás este diario anticipó que el caso había quedado a un paso de la prescripción, por un fallo de la Corte de Justicia, que declaró la nulidad de una decisión de quien era juez del caso (el auto de elevación a juicio) y obligó a retrotraer todo al último acto en pie que interrumpía la prescripción: el requerimiento o la acusación del fiscal.
Ese requerimiento había sido realizado el 8 de septiembre de 2017. Y para Dara es más que evidente que el caso ya prescribió porque si se cuentan 6 años desde aquel día, los 6 años se cumplieron el 8 de septiembre pasado sin que haya ocurrido el otro acto que hubiera obligado a contar esos 6 años desde el día uno: la citación de las partes a juicio.
CASO RESONANTE
El hecho que llevó a Naranjo a enfrentarse con la firma que lo empleaba, "Escobar", y con su presidente, Eduardo Fornasari, ocurrió la noche del 27 de mayo de 2006, cuando se salvó de milagro. Aquella vez estaba en sus oficinas de Mitre casi Tucumán, cuando dos sujetos llegaron a buscarlo y uno de ellos le descerrajó 6 balazos con un revólver calibre 38. Cinco perforaron su cráneo, el otro le dio en la frente pero no alcanzó a perforarlo. Lo creyeron muerto y como querían asegurar ese resultado, prendieron fuego a todo.
Pero Naranjo sobrevivió y, arrastrándose, salió hasta la calle a pedir ayuda. Luego reconoció sin dudar al ya fallecido excomisario Alejandro "Pajarraco" Pereyra como uno de sus atacantes. Y a otro expolicía que se suicidó días después.
La Corte de Justicia debe resolver un planteo de Escobar en el juicio civil que inició para recuperar bienes
Por entonces Pereyra estaba a cargo de la seguridad de "Escobar" y luego del ataque, el propio Fornasari lo trasladó a su casa en el barrio San Martín. Entonces un juez metió preso al presidente de Escobar, que pasó 401 días en la cárcel de Chimbas como supuesto instigador del ataque, hasta que finalmente fue desligado con un sobreseimiento.
Pereyra finalmente fue condenado a 17 años por esa brutal tentativa de homicidio.
En febrero de 2009, Fornasari denunció a Naranjo por quedarse con "Campo Fértil" de manera fraudulenta. Y así lo entendieron también el fiscal y el juez, que lo procesó conjuntamente con Alberto Gabriel Castro y su hija Jimena Noemí Castro, responsables del "Grupo Agropecuario", la empresa que compró "Campo Fértil", con Naranjo como fiscalizador. Lo sospechoso para "Escobar" fue que los Castro le dieron un poder a Naranjo para administrar los bienes, sin poder venderlos. Pero luego levantaron esa restricción y Naranjo se autovendió el emprendimiento en 205.000 pesos.
"Esta causa desde un principio no tuvo sentido. Escobar denunció a Naranjo por administración fraudulenta, pero si alguien pudo perjudicar a esa firma fueron los compradores, ‘Grupo Agropecuario’, no Naranjo", dijo Dara, que además tiene otro reclamo en la Corte local para llegar al máximo tribunal de Justicia del país.