En la primera audiencia del juicio en su contra, un jornalero de Angaco se negó a dar su versión sobre las múltiples violaciones que le atribuyen contra su propia hija, a quien comenzó a ultrajar desde que tenía 14 años y hasta que cumplió 15 y quedó embarazada. La niña, sin embargo, perdió el embarazo con 8 semanas de gestación y fue sometida a un legrado el 23 de enero de 2018.
El acusado quedó complicado en medio de una discusión con su pareja, madre de la niña. Fue ahí que la menor no aguantó más y le dijo a la mujer que era violada y en el acto hubo denuncia, pues la mujer ya sabía que su pareja había intentado abusar de la niña cuando tenía 14 años.
Entonces la menor le dijo que su papá la había llevado a una finca y quiso someterla pero ella se defendió y él desistió. Según el expediente, la menor le dijo a su mamá que no denunciara porque no quería perder contacto con sus hermanos.
Pero el silencio pareció la señal que buscaba el agresor sexual y, meses después, la violó y no desistió de hacerlo hasta que supo que estaba embarazada.
Según la acusación, el sujeto era pareja de una hermana de la madre de la nena, pero mantenía una relación con esta última mujer y de esos contactos nació la niña. Hasta que se separó y se fue a vivir con la denunciante.
Ayer, ante el juez Juan Carlos Caballero Vidal (h), la fiscal Marcela Torres, la denunciante lo complicó con su testimonio pero una hermana del sospechoso quiso favorecerlo. Hoy podría haber veredicto.