En 17 años de comerciante en el barrio Hualilán, en Rawson, Rodolfo Páez (57) sólo había tenido una sola experiencia con delincuentes: el robo de algunas cosas cuando no estaba en su casa de la calle Capdevilla al 948. La otra experiencia con ladrones la sufrió ayer, pero fue mucho más violenta. Esta vez un delincuente lo encañonó, le gatilló en la cabeza sin que el disparo saliera, lo tumbó al piso con un cachazo que le partió el cuero cabelludo y ya en el piso le dio algunas patadas para que dijera dónde tenía la plata. Y Páez, sin resistirse, le dio unos 100 pesos que tenía en un bolsillo y otros 80 que había sobre una mesa. Antes de huir, los ladrones se llevaron también un reproductor de DVD, una balanza electrónica y un celular, relató ayer el comerciante.
Todo pasó a las 9,30 de ayer, cuando Páez sacó llave a la puerta y empezó a levantar la persiana. Ayer explicó que antes de terminar la maniobra vio que alguien se coló por la parte baja y no le dio importancia porque pensó que era un niño. Pero pronto se vio amenazado y golpeado por un sujeto mientras el cómplice (supuestamente un menor) revisaba todo nerviosamente. "Es la primera vez que pasa algo así, y gracias a Dios que no me hicieron nada más grave porque parece que estaban drogados", dijo ayer el comerciante. Policías de la comisaría 25ta. de Rawson, intentan dar con los sospechosos.
