Lo que pretendía ser un viaje de placer de unos días en la provincia se convirtió ayer en una tragedia para dos parejas de amigos mendocinos que viajaban en un auto Citroën C3 y que protagonizaron un tremendo accidente en un lugar peligroso de Capital: Acceso Sur y Circunvalación. En ese tramo, el rodado en el que circulaban los jóvenes, al parecer, iba a alta velocidad e impactó contra una rotonda. De ahí enfiló hacia el guardarail y lo atravesó. El coche voló unos 20 metros hasta dar contra un árbol. y después empezó a dar varios tumbos arrojando por los aires a dos ocupantes. El resultado: uno de esos jóvenes murió al salir despedido junto a otra chica. El otro joven y la muchacha tuvieron que ser rescatados por los bomberos de entre los hierros retorcidos. Los tres que sobrevivieron sufrieron heridas de distinta consideración y anoche estaban internados en el hospital Rawson, precisaron en la Policía.
El impactante accidente ocurrió pasadas las 16. A esa hora, Marcela Ligonie (23) conducía hacia el Norte por el Acceso Sur el Citroën C3 de su amiga Estela Cristina Fernández (26), que estaba sentada detrás de ella. En el asiento del acompañante, iba Hugo Manrique (28) y atrás viajaba Raúl Dante Palomo Grosso (28), la víctima fatal, dijeron en la Policía.
Todos los jóvenes son oriundos de la provincia de Mendoza y el plan original que tenían era "visitar la zona de Potrerillos, ( 36 km. al Oeste de la capital mendocina), pero no sabíamos que viajaron hacia San Juan hasta que nos avisaron que habían tenido un accidente allá", señaló anoche a este diario Herminia Cattani de Ligonie, madre de la conductora.
Los pesquisas estaban convencidos de que la alta velocidad (estiman más de 100km./h) y el desconocimiento del camino de la conductora fueron claves para que ocurra el tremendo siniestro. Al parecer, los jóvenes viajaban muy rápido cuando llegaron a la rotonda del acceso. Ahí empezó la tragedia. La joven trató de esquivar la glorieta y se fue contra el guardarail. El coche atravesó el metal como un papel y voló unos 20 metros hasta dar contra un árbol que hay en la bajada del costado del carril Sur. En ese momento el auto comenzó a dar varios tumbos de costado hasta atravesar los dos carriles del anillo interno de la Circunvalación, por donde afortunadamente no transitaba nadie, explicaron fuentes policiales. En esas volteretas, Ligonie y Palomo fueron despedidos del Citroën junto con otros objetos (incluídas algunas bebidas alcohólicas) y quedaron tendidos en el césped. Finalmente, el rodado paró su desenfrenada carrera y quedó sobre el techo, con Manrique y Fernández aprisionados entre los hierros retorcidos de lo que quedó del auto.
Luego, llegó la policía y constató lo peor: Raúl Palomo Grosso había fallecido. Ya en el hospital Rawson, diagnosticaron que Fernández fue la más lesionada de los sobrevivientes, al sufrir una fractura en la parte izquierda de la cadera, mientras que sus amigos tuvieron algunos cortes y golpes, dijeron en la Policía.

