Las chances de seguir libre en la clandestinidad, empezaron a agotarse peligrosamente para el sospechoso cerca de las 4 de ayer. Fue cuando los vecinos los descubrieron cuando violentaban un auto y pretendían meterse a una casa a robar, y los pusieron en fuga. Según la Policía, en ese escape a pie, un ladrón sorteó la encrucijada. El otro quedó más rezagado en la carrera y un certero ladrillazo en la cabeza enseguida lo hizo presa de sus propias víctimas. Minutos después, un grupo de policías del Comando Radioeléctrico llegaron al lugar alertados por un llamado al 911. Y entonces uno de los uniformados reconoció que ese joven ensangrentado era Daniel Alberto Zalazar (33), uno de los sujetos más buscados en la provincia desde el pasado 22 de octubre: ese día, en Chimbas, su propia mujer denunció que durante dos días la sometió a terribles ultrajes psicológicos, físicos y sexuales. Porque -dijeron- la golpeó con sus manos y pies, también con una madera o la roció con gas pimienta. Según las fuentes, la mujer dijo que fue ultrajada sexualmente hasta con una botella. Y que varias de esas situaciones de violencia fueron presenciadas por sus hijos de 2 y 1 año, el menor de los cuales también habría sido golpeado por Zalazar para que dejara de llorar.
A esa aberrante maniobra perpetrada contra la joven de 27 años que conoció hace 3 años cuando estaba preso en la cárcel de Chimbas, Zalazar sumará cargos también por los ataques contra los bienes de dos vecinos que viven frente al barrio Santa Clara, sobre avenida Libertador al 5700 Este, antes de 12 de Octubre, en Santa Lucía.
Según la Policía, esos y otros vecinos se encargaron de darle una dosis de violencia al sospechoso hasta que arribaron al lugar un grupo de policías del Comando Radioeléctrico (el oficial Güell, el sargento Fuentes, el cabo Avila y los agentes Zalazar, Poblete y González) para tomar cartas en el asunto.
Zalazar fue trasladado la Seccional 5ta sospechado de cometer tentativa de robo. Pero esa maniobra representa un cargo infinitamente menor en comparación con las maniobras denunciadas por su concubina. Quizás por eso ayer, ya detenido, se autoagredió hiriéndose las muñecas en la comisaría. “Lo hace porque no quiere volver al Penal”, dijo un jefe policial.

