Un mensaje que llegó al celular de esa niña y que pudo ver una prima mayor, terminó destapando un aberrante caso de abuso sexual. Fue esa prima quien realizó la denuncia contra ese hombre, identificado como J.P, que este lunes aceptó en juicio abreviado la pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores.
La investigación se inició el 3 de febrero de este año, cuando una prima de esa nena de 13 años descubrió mensajes de tono sexual que el vecino le enviaba a la menor e inmediatamente realizó la denuncia en la UFI ANIVI.
J.P. el vecino colindante a la familia de la menor, valiéndose de la relación de confianza y cercanía, invitaba a la menor y la llevaba a la Difunta Correa, a San Expedito, a Mendoza, o en algunos casos a la casa de su hija donde iba con el pretexto de realizar arreglos en la vivienda. En esos lugares fue donde cometió actos contra la integridad sexual de la niña. Según la investigación los ultrajes comenzaron con tocamientos en las partes íntimas para luego accederla carnalmente vía vaginal, en reiteradas oportunidades. El acceso carnal quedó debidamente acreditado con el examen médico realizado por la médica legista del Ministerio Público Fiscal.
Además, por las pericias realizadas en el teléfono celular del imputado, se logró acreditar que el sujeto fotografió y filmó las partes íntimas de la menor.
Todas esas pruebas valieron para condenar a J.P. a sufrir la pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal reiterado, con producción de representaciones sexuales de menores de 18 años, todo ello en concurso ideal con corrupción de menores agravada". Asimismo se ordenó la destrucción del contenido en el teléfono celular del imputado, disponiendo el reseteo de fábrica.