Un frustrado robo en una distribuidora de Capital terminó ayer en una electrizante persecución contra uno de los sospechosos, que se alejaba en un Peugeot 504 hasta que, en Chimbas, un patrullero del Comando Radioeléctrico lo embistió desde atrás para frenar su marcha. Ahí se produjo el momento más dramático, porque el auto del ladrón terminó a los trompos, aunque la oscuridad y la confusión fueron aprovechadas por el delincuente para escapar por una finca, dijeron fuentes policiales.
De todos modos, policías de la Seccional 17ma confiaban en resolver el caso porque en la escena del siniestro quedaron pruebas valiosas: el Peugeot 504 con documentación del supuesto dueño, una pistola calibre 22 (no sería apta para el disparo), un celular, tres juegos de llaves y algunas prendas de vestir, precisaron las fuentes.
El auto, la documentación y el celular son ahora pistas prometedoras para llegar al dueño del auto y reconstruir quién o quiénes están ligados al hecho.
Todo comenzó minutos después de las 3.30 de ayer en Pueyrredón y 25 de Mayo, Capital. Allí llegaron los policías de la Seccional 2da alertados por el 911 porque un vecino avisó de un ataque en una distribuidora de carne, precisaron las fuentes. Cuando los uniformados llegaron, frustraron el golpe (había intentado forzar el ingreso) y salieron a mil detrás de un sujeto en un Peugeot 504 blanco.
Pronto la persecución llegó a la ruta 40, donde policías del Comando avistaron el auto y lo persiguieron hasta el cruce con Oro, donde lo chocaron de atrás. Allí el ladrón escaparía, pero quedaría el auto y pruebas que prometen llevar a los sospechosos.

