San Juan.- Faltaban minutos para la sentencia, por lo que el juez le dio a Claudio Gil la posibilidad de pronunciar unas últimas palabras. El hombre se paró y pidió “diez minutos” para que por la puerta del recinto judicial ingresara “el verdadero autor” del crimen de Luis Espínola. Todas las miradas giraron hacia él, provocando un clima de verdadera tensión en la sala.
Luego de un brevísimo debate, Maximilano Blejman le volvió a preguntar si quería decir algo. Gil dijo: “quiero cinco minutos para que el verdadero asesino entre por esa puerta”. El magistrado nuevamente se lo negó.
Ante esto, Gil atinó a decir que el juez lo dudó y que eso, en teoría, significaba que dudaba qué él fuera el verdadero asesino.
