En junio pasado se había presentado la madre de ambos alumnos (de 19 y 16 años) en busca de vacantes en el Liceo Paula Albarracín de Sarmiento, en Capital. Según fuentes de la investigación, la mujer dijo tener dos hijos que querían irse de la escuela secundaria Alas Argentinas, en Rawson, porque les hacían "bullying" y por eso buscaban nuevo destino para seguir cursando 4° y 6° año. Los aceptaron de manera condicional, hasta que presentaran la documentación de rigor que acreditaba lo que ella decía. Entre esos documentos se incluía el historial académico de los hermanos, que recién en agosto fue presentado por la madre de ambos.
Y entonces empezaron las dudas en el Liceo, porque la historia escolar de ambos presentaba algunas cosas que no estaban bien. Así, por ejemplo, los sellos no estaban donde se colocan usualmente, la descripción de algunas materias no encajaba con las que realmente se cursan, había espacios en blanco o carecían de una leyenda transversal que suele emplearse en esos documentos.
Esas anomalías fueron detectadas el 18 de agosto pasado. Entonces la rectora del Liceo se contactó con la vicedirectora de la escuela Alas Argentinas, y el plan se desbarató en el acto. De hecho, los "simuladores" cursaron unos días más, hasta que ambos fueron suspendidos, indicaron fuentes judiciales.
Según las fuentes, esa docente informó que no había manera de que el mayor de los chicos cursara 6to año, porque había quedado libre por inasistencia en 2021, cuando cursaba 4to año. Y que una situación similar ocurría con su hermano, porque había repetido 2do año en 2022.
Antes de que se pusiera al descubierto el "burdo" plan para que los hermanos cursaran dos años más adelantados de lo que correspondía, el mayor de ellos había vuelto a la escuela en que había quedado libre a pedir un certificado para intentar cobrar un plan de ayuda estatal para estudiantes. Como era de esperar, un no contundente fue la respuesta.
Fue la vicedirectora de la escuela de Rawson la primera en denunciar, el pasado lunes en la UFI de Delitos Especiales, la falsificación y el uso de esos documentos apócrifos, que no dudó en atribuir a los hermanos. Al día siguiente se presentó la rectora del colegio capitalino.
Y en el acto el fiscal coordinador, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal, Emiliano Pugliese, iniciaron la recolección de evidencias, entre las que se destacan testigos y los documentos escolares falsificados.
El delito que se investiga es el uso de esos documentos públicos falsificados, porque por ahora no está claro quién fue el autor de esa maniobra. De todos modos, tanto la mujer que presentó esos documentos en el colegio capitalino como sus hijos están en la mira de los investigadores, que ahora deben decidir si sólo cabe atribuirle alguna responsabilidad a la mujer, y si es posible también achacarles alguna complicidad a sus hijos.
Las penas previstas para el delito bajo investigación, permiten la excarcelación.