Hasta anoche, todavía se seguían preguntando qué sucedió. Si lo que hacía el anciano aparentemente era revisar la bocina, en la parte del motor de su camioneta Ford F-100. Algo sucedió ahí. Es que el vehículo se puso en marcha imprevistamente, provocando una desgracia. Como el hombre estaba delante del rodado, fue arrollado y las ruedas le pasaron por encima, lo que desencadenó su muerte a los pocos minutos.

Un insólito accidente en donde la víctima fatal, don Ramón Nimio Sánchez, fue embestido por su propia camioneta ayer alrededor de las 9.20 en el interior de la zona llamada "15 Viviendas" del barrio Patagonia II, en Villa de Media Agua, Sarmiento, indicaron en la Seccional 8va.

Sánchez, de 76 años, era un jubilado que de vez en cuando realizaba fletes con su Ford F-100, comentaron en la policía. Ricardo Pastrán, su yerno, comentó que el anciano fue a ver a un mecánico -vecino del barrio- para arreglar el radiador de su camioneta modelo 87.

Regresaba de ese lugar, cuando se le quedó "pegada" la bocina. Un testigo dijo a la policía que la bocina no dejaba de sonar y vio al anciano que detuvo el rodado, levantó el capot y se puso a revisar en la parte del motor. La versión es que dejó encendido el motor, pero la policía no pudo confirmarlo (cuando llegaron estaba parado). El vehículo estaba detenido en la calle y no había ninguna pendiente, explicaron.

"Dicen que el motor estaba andando. No saben cómo, pero parece que se metió un cambio y la camioneta se movió sola. La misma camioneta lo apretó y siguió de largo. Aparentemente tenía algún problema", relató Pastrán. Increíble, pero real. Todo indica que el vehículo empujó a Sánchez y lo tiró al suelo. Las ruedas le habrían pasado por arriba de una pierna y por el pecho. La Ford recorrió como 10 metros, en ese tramo pasó por una acequia, una vereda y se paró abruptamente al caer en otra acequia de esa esquina. Sánchez murió a los 10 minutos, antes que llegara la ambulancia.

En la policía esperan las pericias para saber qué hizo poner en marcha a la camioneta. Una hipótesis es que la víctima, accidentalmente, haya movido las varillas de cambio. La otra es que el vehículo haya estado con el motor apagado y con la palanca en primera, y que la víctima la haya hecho arrancar sin querer.