Domingo, media mañana, calles descomprimidas de tránsito en la ciudad. Hasta que un par de sujetos en moto pone en alerta a los agentes Gustavo Castro (chofer) y Alfredo Quiroga (jefe de patrulla): "mirá, no es la moto de los arrebatos de ayer (por el sábado)", comentó Castro, cuando dos sujetos en una Yamaha sin patente, chofer con casco, lo pasaron en calle San Lorenzo en el barrio Del Carmen, zona Noroeste de Capital. "Los probemos", sugirió enseguida el mismo Castro, que aceleró hasta ponérseles a la par, ya por calle Matías Zavalla rumbo al Sur, con un toque a la sirena y la orden de parar. Nadie hizo caso y fue el principio de una persecución que se extendió prácticamente por media ciudad y terminó media hora después, luego de varios tramos de marchas en contramano, frente a Tribunales, donde el patrullero derribó de un choque la moto esos sospechosos, Sixto Emanuel Paredes (20) y Raúl Emanuel Castro (23), dijeron fuentes policiales.
Todo comenzó alrededor de las 10 de ayer, cuando Castro y Quiroga salían de su seccional en el barrio Aramburu, en Rivadavia, rumbo a la Central de Policía con un joven al que debían hacerle un dosaje por un accidente.
Fue entonces que se toparon con esos presuntos "motochorros" que los pasaron despacio en el barrio Del Carmen para luego seguir por Matías Zavalla. Justo en esa calle, antes del cruce con 25 de Mayo, se iniciaría una persecución que enseguida enfiló hacia el barrio 25 de Mayo, donde los sujetos dieron varias vueltas antes de salir por Urquiza a la avenida de Circunvalación.
En esa vía protagonizarían el más largo recorrido en contramano, porque tomaron por el lateral Norte de la avenida hasta pasar peligrosamente los cruces de Matías Zavalla, Paula A. de Sarmiento y avenida Libertador hasta que desembocaron en Ignacio de la Rosa, cruzaron bajo el puente y siguieron por el lateral Oeste hacia el Sur hasta que doblaron por 9 de Julio al Este, siempre seguidos por los policías y su detenido, también con la adrenalina a full.
Las Heras fue el próximo destino y luego General Paz al Este, hasta doblar en contramano por Tucumán hasta Ignacio de la Roza, ya en pleno microcentro. Lo que siguió fue el último intento por deshacerse de ese Chevrolet Corsa: los sospechosos giraron por Mitre hasta Güemes, volvieron meterse en contramano hasta calle Laprida, donde siguieron en contramano con los policías de cerca. Allí, se cruzaron peligrosamente con un móvil de este diario. Y ambos siguieron por Aberastain al Sur, calle en la que finalmente los policías los derribaron de un choque; incluso el agente Castro golpeó con la puerta de su auto al conductor que intentaba escapar. El otro sujeto huyó a pie unos metros, hasta Ignacio de la Roza, donde fue reducido por Quiroga y personal del Comando Urbano.
En la policía, creen que ambos sospechosos tienen más de un motivo (robos y arrebatos), para haber intentado ese alocado, extenso, empedernido pero frustrado escape.

