Una nena de 5 años hipoacúsica fue ayer la triste protagonista de una desgracia, cuando encontró la muerte al ahogarse tras caer al canal que pasa por el frente de su casa, en el departamento Sarmiento.
La víctima se llamaba María Milagros Aguilar. Según fuentes judiciales, su cuerpo fue hallado alrededor de las 11.45, atascado en una compuerta del canal Centenario, a un costado de la calle Doncel, precisamente unos 500 metros al Este de 25 de Mayo, en la zona conocida como Circuito Fiorito. Fueron unos policías de la seccional 8va los que divisaron a la criatura y se arrojaron para sacarla. De inmediato le practicaron maniobras de reanimación, pero la nena no tenía signos vitales y tampoco respondió a los intentos desesperados de los uniformados, precisaron fuentes del caso.
La vivienda de la víctima está ubicada aproximadamente 5 kilómetros al sureste del lugar donde apareció el cadáver, sobre la calle Bufano (RP 295), en Tres Esquinas. Toda esa distancia recorrió el cuerpo, que solamente presentaba algunos raspones producto del propio arrastre de la corriente.
La pequeña vivía con su madre, dos hermanos y un sobrino. La versión que entregó la madre indica que en un descuido la menor al parecer salió del hogar y caminó los 20 metros que separan la puerta de la orilla del canal, que es caudaloso y bastante profundo.
Los investigadores creen que la víctima sufrió una caída involuntaria. Dijeron que probablemente fue mientras jugaba, o bien quizás fue cuando no pudo hacer equilibrio al intentar cruzar un precario puente improvisado con dos postes de madera.
La hipótesis es que no intentó bañarse en el canal, teoría que es necesario aclarar debido a que frecuentemente los mayores solían meterse al agua para refrescarse y pudo haber querido imitarlos, señalaron fuentes judiciales.
La madre de la nena estaba ayer destruida y no paraba de llorar y de lamentarse, contaron quienes estuvieron con ella. En ese lugar, que alquilan, vivían hacía apenas 11 días.
La última vez que la vieron con vida fue aproximadamente una hora antes del hallazgo. Finalmente, lo que más se temía terminó siendo realidad.
El caso es investigado por la UFI Delitos Especiales, coordinada por el fiscal Iván Grassi. Si no se le atribuye responsabilidad a nadie, pasará al archivo.