El punto que terminó de inclinar la balanza en contra de los sospechosos fue el informe de los psicólogos que entrevistaron a la niña con el sistema de Cámara Gesell. En ese abordaje, los detalles precisados por la menor, de 8 años, fueron contundentes; pues describió órganos sexuales de los presuntos abusadores, las sensaciones que le dejaron los abusivos contactos en su cuerpo y otros gestos que sirvieron para concluir que no mentía, como la vez que la tomaban de la nuca para hacerse practicar sexo oral y, a la vez, someterla también a soportar que le hicieran lo mismo, dijeron fuentes de la investigación.
Esa conclusión de los peritos fue lo que llevó al juez de Instrucción Guillermo Adárvez a ordenar la detención de esos sospechosos, mandato que los policías de Seguridad Personal concretaron ayer en la mañana en la casa que ambos ocupan en Santa Lucía.
Los hechos habían sido denunciados el pasado 11 de noviembre. Entonces, el fiscal de Instrucción Carlos Rodríguez pidió una serie de medidas de pruebas, que incluían el testimonio de la niña en el Anivi.
Según el relato de la menor, todo pasó al menos en dos ocasiones, durante los fines de semana en que la nena y sus hermanos iban a la casa de los sospechosos porque su madre se había separado del padre de los chicos hacía tiempo.
Luego, la menor precisó que su abuelo la abordó en una ocasión en el lugar de la casa que tiene destinado para planchar la ropa. Y que su padre abusó de ella al menos una vez una noche, mientras dormían.
La descripción de las prácticas sexuales realizadas por la niña lleva ahora a los pesquisas judiciales a analizar qué tipo de delito cabe atribuir a los detenidos.
Y las posibilidades que se barajan instalan un escenario complicado para padre e hijo, pues el sexo oral es considerado legalmente como un acceso carnal, delito que se castiga con penas de entre 6 y 15 años. Sin embargo para este ilícito la escala de castigos aumenta de 8 a 20 años cuando, además, se detectan agravantes, que en este caso serían el vínculo sanguíneo y la guarda o el cuidado que debieron tener con la niña, pues estaban a cargo de ella, indicaron fuentes judiciales.
Para esta figura delictiva, las penas previstas no permiten la excarcelación.